Se cumple hoy el primero de los criterios para que el zapaterismo siga en el poder: la tregua de ETA, la aprobación con el PNV de los presupuestos de 2011, y la vuelta de los batasunos al poder municipal en 2011. Tal vez al "pobre Gómez", haya que sumar el "pobre López" con el fin de que no haya un "pobre Rodríguez".
Pero la cruda realidad va por lo económico. Volver, es enfrentarse con la realidad y las previsiones de un pobre crecimiento económico en la totalidad de nuestra área. Con el agravante de que la ciudadanía ha conseguido introyectar el no vivir por encima de sus posibiliades, de olvidarse de aquel último y alegre mensaje envíado por ZP en el último congreso del PSOE a sus huestes invitándolas a ser felices y a consumir, todo un ejemplo de la hondura de su pensamiento. Nos espera una L de fondo prolongado, dónde las mejoras empresariales no tendrán una repercusión significativa sobre el empleo, y las administraciones públicas ya no pueden contratar mas paniaguados.
¿Motivo para esa L ?. En la simpleza de mis conocimientos, recurro a la noticia de hace solo un par de días, de los 24 millones de euros, repartidos en subvenciones por el Ministerio de Asuntos Exteriores para diversas asociaciones que lucharán por extender la buena nueva del multicultarismo por el mundo. Quiero pensar que todos los ministerios, ministricos autonómicos, diputaciones, ayuntamientos, empresas públicas, fundaciones mil, seguirán con su generoso caudal de subvenciones a todo tipo de sujeto políticamente correcto que se mueva en sus coordenadas ideológicas. El Gobierno tendrá que hacer un maquillado de cifras y de realidades que se me antoja imposible, por lo que tendrá que recurrir a la "política" a saco como una cortina de humo de suficiente espesor como para borrar la realidad económica y social.
Y ya sabemos lo que significa política en este país: una dosis extra de cainismo. Inclusive con los propios, como estamos observando en la guerra madrileña entre capuletos y montescos. La cruda realidad es mas paro, mas impuestos, mas pobreza e incertidumbre en suma. A la vez que más crispación y una división dificilmente soportable. Y no veo a los ciudadanos colocados en su papel cívico de rebelarse ante un sistema de partidos tan obsoleto como el que sufrimos. La vuelta dura realmente es la esos 80.000 compatriotas sin trabajo desde el 1 de septiembre, esos cientos miles de contratados ( mas del 92% del total ) temporales que seguirán viviendo en la precariedad del saber que sucederá cuando termine su contrato, de esa clase media abocada a pagar los caprichos de los cientos de "moratinos" que constelan nuestras vidas cada día un poco mas parecida a la de los súbditos medievales.
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