lunes, 2 de mayo de 2011

¿HAN AGUJEREADO EL CINTURÓN?

Cuando pasen los fastos del 22 de Mayo, y las nuevas promesas tengan fecha a Febrero de 2012 ( Rodíguez Zapatero no es precisamente Alfoso XIII ), nos llegará el momento de volver a hacer algún agujero al cinturón de esta pobre clase media que somos casi todos. No se desesperen. Hoy comienzan a hacerse realidad los augurios de Centeno: caída de las matriculaciones por encima del 50%.

4 comentarios:

Espartaco dijo...

¿Casi todos clase media? Yo pensé que casi todos éramos clase trabajadora ya que vivíamos de un salario y el jefe nos puede despedir.

(Incluso a los funcionarios, no se crea, como esto siga así veremos despidos)

miguel angel de uña dijo...

Estimado Espartaco: me refiero a "clase media" en su acepción mas alienada, de la cual participamos una importante mayoría. Somos asalariados, nuestro trabajo no es una fuente de satisfacción en gran medida, no somos dueños de nuestro destino. Pero nos sentimos "clase media". Incluso el mileurista que mira con terror el vacío de la pobreza mas absoluta que la de él mismo, se considera clase media. La ausencia de conciencia de clase es lo que nos ha llevado a la situación actual. Me recuerda al hidalgo de nuestra edad de oro literaria, pobre como una rata, pero empeñado en ser más que un pechero, aunque tuviera un millón de doblones. Hoy casi todos nos sentimos hidalgos sin darnos cuenta de que somos pecheros, de nuestros patronos y de nuestros gobernantes, tanto monta.
Y evidentemente, "ésto" seguirá igual,con tendencia a empeorar si ZP no se larga-lo largan, y como funcionario me daré con un canto en los dientes si tras el 22 de Mayo, solo nos confiscan un 5% del sueldo.

Espartaco dijo...

Estoy de acuerdo con la reflexión pero hay que comenzar a llamar a las cosas por su nombre. El que nos veamos clase media no es una casualidad, es una argucia, dentro de un paquete mayor, para desclasarnos y terminar con la conciencia por eso soy combativo con el lenguaje, porque a partir de él se forman categorías de pensamiento.

miguel angel de uña dijo...

Estimado Espartaco: nadie nos engaña. No es necesario. Somos nosotros mismos los que introyectamos el lenguaje de los poderosos, como el traje de una campesina de Ansó, proyecta en su atavío de gala, el traje de la corte a la que nunca perteneció. Peor ese día se siente una reina. La fantasía nos hace más humanos y es un buen mecanismo de defensa ane la decepción. Creerme lo que no soy es la base que alimenta nuestros cuentos infantiles. Y recuerde aquella frase lapidaria de Cocteau: "la patria es la infancia". Un saludo.