En atención a los esfuerzos de "Espartaco" por convencerme de las virtudes democráticas del voto a BILDU
Hay dos imágenes que ilustran la historia de la maldad finisecular del maldito Siglo XX, expresión de la incapacidad de algunos para extraer consecuencias de lo vivido, de lo condenado en una historia reciente llena de hombres escuálidos detrás de las alambradas o enterrados en inmundos barracones, y de fosas comunes atestadas de cientos de miles de cadáveres de inocentes. Para explicar esa expresión de la maldad hace falta la conjunción de un idiota moral en la acepción de Norbert Bilbeny, con una sociedad tan banal como idiotizada. Los carteles de apoyo a MLADIC, el verdugo de Srebenica, tienen el mismo calado moral que los que ilustran tantos balcones del País Vasco apoyando a los "gudaris" tipo IÑAKI DE RENTERÍA, decidido a que ORTEGA LARA se pudriera en su tumba en vida. Respetaré a BILDU como un vector democrático cuando conden sin paliativos, sin ambages, sin retruécanos, sin sofismas, al idiota moral que nos ofertó el dolor de vernos reflejados en el rostro de Ortega Lara.
Ayer fue un buen día, con las detenciones de MLADIC y de IÑAKI DE RENTERÍA. El mal no ha quedado totalmente impune, salvo para los idiotas morales que les apoyan y les jalean.
4 comentarios:
Gracias pero no lo merezco. Tan sólo entro en el blog porque me parece un lugar interesante para la discrepancia en el que la nota discrepante soy yo y se respeta pese a los modos alterados que en ocasiones ofrezco.
Pero aún así y todo yo no perdono a los asesinos, ni a unos ni a otros, y tampoco olvido. Eso sí, procuro ir avanzando el camino y saber con quien me puedo encontrar. Y en ese camino espero poder oír todo tipo de voces disonantes, como la mía en el blog.
¿Ni a unos ni a otros?.Parece ser, si mi memoria no falla (que puede ser dada mi edad), que los únicos asesinos que veo son los de ETA, y, por carambola, los adláteres que los defienden con cualquier pretexto banal. ¿Porqué han de matar para convencer? ¿Me dejaría gobernar por ellos, yo vasco, en caso de que ganaran las elecciones en el País Vasco?. 36 años de ETA. Ya está bien.
Yo todavía conozco asesinos vivos de los otros (jubilados, eso sí, pero vivos) y con militancia en partidos políticos.
¿Qué hacemos con ellos? ¿Algo distinto?
Yo hablo de ahora, que es lo que realmente me importa. No quiero entrar en esa dinámica de recordar contínuamente los errores que se cometieron en la guerra civil española. Porque lo he vivido de cerca, no directamente, y porque estoy harto de oir siempre la misma cantinela, es por lo que me limito al "hoy" y al "ahora". Y el "hoy" y el "ahora" me está recordando contínuamente las víctimas de ETA, muchas de las cuales eran niños. Nuestros niños. Cada vez que pongo la radio oigo hablar de ETA-País Vasco. Cada vez que abro el periódico leo noticias de ETA-País Vasco. Cada vez que conecto la TV veo más noticias de ETA-País Vasco. ETA-País Vasco, ETA-País Vasco y siempre ETA-País Vasco en primera plana.¿Es que no hay otra cosa que ETA-País Vasco? ¿Es que no hay otra cosa que estar comparando lo que pasó durante la guerra y lo que está pasando ahora?. Han pasado 72 años, 2 meses y 1 día desde que terminó, y aún tengo que oir comparaciones entre antes y ahora. ¿Nos van a perseguir siempre los fantasmas del pasado, vivos o muertos, sin que podamos hablar tranquilamente de nuestro presente?. Me parece muy bien que se hable de todo, faltaría más. Lo que veo es que a cada paso que damos siempre sale a relucir nuestra guerra. Ésto me recuerda mucho al abuelo cebolleta, el de verdad, el de la familia Trapisonda, de quién todos huían cuando empezaba a contar batallitas. ¿Por qué sería?.
¿Que qué hacemos con ellos? (entiendo que con los de las dos partes, claro). Yo no tengo pruebas. El que las tenga, y consistentes, que ponga una denuncia en el juzgado con esas pruebas. Es lo que se hace en un Estado de derecho. Algo parecido ha pasado con Bildu y ahí está, para bien de algunos y para mal de muchos (pienso yo), pero ahí está porque se ha pronunciado el Tribunal Constitucional, y su resultado obliga, nos guste o no.
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