Ese es el resultado de los famosos pactos sociales de los que hoy tenemos una grandilocuente foto. Los llamados sindicatos de clase eran conscientes de que tenían la apuesta perdida tras el fracaso de la llamada huelga general del pasado Septiembre. Otra huelga general hubiera sido su puntilla. El Gobierno quiere creer que ganar tiempo es un valor en sí mismo y apoyándose en otro borracho, los sindicatos, decide seguir paso a paso aunque no tenga claro cual es el final del camino. A la llamada “patronal”, que más le da. Hágase lo que se haga, seguirá agazapada buscando la cumplida venganza de cobrarse la cabeza de ZP. El PP... que va a decir, quejarse de la dinámica, en el cómo se ha gestado el acuerdo, y rebajarlo lo mas posible, esperando la caída de la hoja, dicho en sentido literal, porque cree saber que ZP no pueda superar el semestre después del previsible trastazo de Mayo. Seis meses de adelanto electoral son soportables por el insufrible ego del presidente, que vuelve a hablarnos otra vez de la grave neurosis de poder que le aqueja – para nuestra desgracia -.
La foto le permite volver a hablar de brotes verdes, de esperanzas otoñales, en el día en que el paro alcanza un nuevo cenit, aquél que nunca iba a ser, qué frágil la memoria, a la espera de que Ángela Merkel no le riña en público por su mala cabeza de Munchausen de la champions, una presunción que será su permanente pesadilla y que no le permitirá presentarse en ningún foro medianamente serio sin sentir vergüenza. Una foto, la del quiero y no puedo, ensombrecida por los 131.000 parados más de Enero, y los 223.000 cotizantes menos a la Seguridad Social. Y la inflacción, y el aumento previsible del precio de los carburantes si contínua la crisis de los países árabes, y la crisis financiera de las Cajas y .... suficientes motivos para hacer de la foto la isla alucinada del náufrago.
Un foto con un trágico trasfondo, enlazando dos cifras que hablan de un proceloso futuro para toda una generación: el 30% de fracaso escolar y el 43% de paro juvenil. No deja de ser curioso que una "miembra" del gobierno, como Secretaria de Estado que fue del Ministerio de Educación en los últimos años, quiera solventarnos la vida a los que vivimos y trabajamos en Aragón. No es la responsable de las cifras, y habría que hablar mucho del sesgo de las mismas, pero alguna responsabilidad tendrá, al menos en no haberse dejado de poner medallas en este último, y desgraciado, período.
3 comentarios:
Bonito eso de apoyarse en otro borracho.
¡Viva el vino!
La juventud es la invitada de piedra, aguantando paro y fracaso escolar, como bien dices. Polvos de aquéllas leyes educativas vienen estos lodos. Si a ello sumamos la codicia de bancos y constructoras... la incertidumbre está servida.
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