viernes, 22 de febrero de 2008

EL ESCÁNDALO

Lo escandaloso del caso de los "Albertos" no ha sido la sentencia del Tribunal Constitucional alumbrando con su nueva doctrina sobre la prescripción del delito. Lo escandaloso es que ambos primos han seguido haciendo la vida social que se espera de su clase durante todo el tiempo que siguió al descubrimiento de la estafa, paseando a sus bellas y jóvenes esposas, comprando y vendiendo empresas, subiendo a lujosos yates y abatiendo piezas de caza como si no fuera con ellos, con su huéspedes, con sus invitados, los millones estafados, la esperanzas rotas de tantos pequeños accionistas. Ningún club de golf ha hecho público que los haya borrado como socios. Ningún restaurante de cinco tenedores ha puesto en práctica el derecho de admisión para dos truhanes reconocidos. Ningún pantalán de lujo les ha pedido que aparquen su yate en otro lugar. La clase a la que pertenecen habra dicho un "hoy por tí, mañana por mí". Como en la corrala de la picaresca, habrán ocupado un balcón mas alto, mas dominador de esta ruín sociedad que hace de la falsedad, de la mentira, del enjuague, un mérito.

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