domingo, 23 de octubre de 2011

COINCIDIR

Pelear por los valores democráticos es lo que no hemos sabido hacer, desde Fuenterrabía hasta Algeciras. Lo diga Mayor Oreja, o Raúl Guerra. Ahora toca pagar el precio.



Raúl Guerra Garrido: "Ellos, los violentos, los asesinos, han acabado ganando el partido"

"Ellos, los violentos, los asesinos, han acabado ganando el partido"

NURIA AZANCOT | Publicado el 21/10/2011

Fundador del Foro de Ermua, el novelista Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935) conoce bien, demasiado bien, el terrorismo vasco y el silencio cómplice y acobardado de tantos vecinos vascos que prefirieron malpensar que ese, el asesinado, el tiroteado, "algo habría hecho". La farmacia de su mujer, en San Sebastián, sufrió cuatro atentados de la kale borroka y tuvieron que marchar a Madrid. En 1976 obtuvo el premio Nadal con Lectura insólita de El Capital, en la que un industrial secuestrado por ETA se refugiaba en la lectura del clásico marxista para combatir el miedo... Ha escrito a menudo sobre el terror, y vive desde entonces amenazado, aunque confiesa que es peor cuando ve en televisión imágenes de los compañeros del Foro. Por si acaso les ha pasado algo... Y no olvida, no quiere olvidar, lo que sintió y lloró, refugiado en su coche, cuando secuestraron y ejecutaron a Miguel Angel Blanco.

-¿Dónde estaba y qué pensó cuando ETA hizo público ayer su comunicado sobre el cese definitivo de la violencia armada?
-Estaba trabajando, escribiendo tan tranquilo una novela que estoy terminando, y me llamó un amigo. Lo hemos pensado tantas veces.... Pero no podemos engañarnos, es como una especie de teatralización, es como si un vecino se sube contigo en el ascensor y te anuncia que ha decidido no asesinarte. Es una noticia, pero también un síntoma de que algo marcha mal. Si además el vecino te dice que ahora, en compensación, tenemos que negociar algo y que disculpe que no se quite la pistola, pues algo va aún peor. No sé, a mí me recuerda a ese alférez provisional del que nos hablaban nuestros padres, que se examinaba en la universidad después de la guerra civil y ponía la pistola encima del pupitre.

-¿No cree entonces que tenga consecuencias reales para la sociedad vasca?
-La verdad es que no. Y sí quisiera decir que toda esta gente del progresismo vasco que se ha nutrido en sacristías del clero vasco, con un catolicismo que quizá no practique, quizá recuerde lo que nos enseñaban en las parroquias sobre la confesión: que necesitábamos decir los pecados al confesor, propósito de enmienda, dolor de corazón, y cumplir la penitencia. Bueno, eso no se va a dar, y vamos a tener que asumir una vuelta de tuerca más.

-¿En qué sentido?
-En que todo el pueblo vasco tendremos que pensar colectivamente qué ha pasado, y realizar una autocrítica muy severa sobre cómo hemos dejado que el imperio del miedo nos dominase tantos años. Si no, la reconciliación será imposible. Porque ha sido tanto el miedo.... Hay que vivirlo, tantos silencios cómplices, tanto neutralismo cómplice, tantos ayudantes de verdugos. Si lo piensas se te para el corazón. Así que yo, encantado de que no me vayan a matar mañana, pero todavía queda mucho.

-A menudo usted ha denunciado esa dictadura del miedo: ¿qué cambia en realidad el comunicado de ETA?
-Bueno, el comunicado demuestra que están ganando el partido, ¿no? Que lo han ganado, y que el nacionalismo va a coger un peso terrible.

-¿Qué infuencia puede tener en las proximas elecciones?
-Yo creo que los independentistas sacarán muchos votos, pero no más que en las elecciones anteriores, aunque hoy estén eufóricos, porque están ganando el partido, son como el Barça, nos están arrollando en todos los sentidos.

-¿Qué pasará con el Foro de Ermua, piensa hacer alguna declaración oficial?
-No sé, pero de todas las manifestaciones de políticos e intelectuales vascos, de todas esas voces exaltadas de nuestra sociedad, lo único que se salva y lo único que se ha enfrentado civilmente al terrorismo ha sido el Foro. Somos los que conseguimos que parte del País Vasco saliese a la calle y venciese el miedo. Eso no podrán quitarnoslo, porque eso no lo ha conseguido ningún partido, ni las fuerzas armadas, que bastante hacían, y eso se ha olvidado, hoy ni se menciona.

-¿Y las víctimas?
-Las víctimas son las protagonistas de la resistencia. Una cosa es lo que diga la opinión pública, pero el único interlocutor válido de los asesinos son las víctimas y sus familias. Se lo deben, se lo debemos todos, les debemos ese único resarcimiento válido, y eso va a ser lo más grave y lo más difícil. Los vascos, ahora, vamos a tener que comportarnos como los alemanes tras la segunda guerra mundial y revisar qué y por qué actuamos como lo hicimos. Eso es lo único importante.

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