LA APUESTA

Cada día me parece mas claro que tendremos a Batasuna, el mismo perro con distinto collar, en elecciones de Mayo. Se van sumando voces a las conocidas de los otones y eguiguren de guardia, voces cada vez mas melifluas, más blandas en sus asertos, aterciopeladas como el lomo de Platero, hablando ya de perdón y reconciliación,¿porqué no amnistía?. Están buscando una coma, un entrecomillado, un cambio de tono aunque no se modifique el discurso, para convencernos a los demás de su íntimo convencimiento, de la comprensión del hecho diferencial vasco, que sólo pueden entender y juzgar ellos. He visto condicionada toda mi vida de adulto por el terrorismo, desde mi ignorancia primigenia dándoles el apoyo moral que se escudaba en el antifranquismo común, al distanciamiento en cuanto me percaté de mi error, y la clara condena cuando fui capaz de quitarme las telarañas del sectarismo. Pero se me niega el derecho a opinar, simplemente porque he nacido un poco mas allá de Orduña o un poco mas acá del Bidasoa.
Mantener la dignidad es duro y no todo el mundo está dispuesto a exigirse la ética suficiente como para alimentar hasta el fin la entereza de las ideas justas. No es otro, desde mi punto de vista, lo que explica la labilidad del pensamiento de los otones y los eguigueren, que extienden su indignidad con la capilaridad de una mancha de aceite. Un gobierno necesitado de una "victoria", acabará haciéndoles caso. Es mi apuesta. Vuelvo a querer equivocarme. Y vuelvo a sentir estar de acuerdo con Mayor Oreja, un hombre del que me distancia su incpacidad para la autocrítica. En momentos como éste me siento más huérfano que nunca de un partido, de una capacidad para influir en la sociedad más allá de mi aislado grito. Pero es lo que hay, lo he intentado pero los sueños son tan frágiles como como el pensamiento débil de quienes nos mandan.

Hay otras apuestas, mas fáciles de ganar. El órdago de los sindicatos "mayoritarios" hablando, todavía hoy, de la posibilidad de una huelga general. La entrevista hoy a Toxo en "El Mundo", destila sentido comñun en la mayor parte de ella, pero sigue ligado a la amenaza de una huelga general si sigue adelante la modificación de la edad de jubilación. Tras el éxito de la anterior huelga general, es un órdago risible. El problema es lo que nos costará.