miércoles, 26 de enero de 2011

EL PATIO TRASERO II

Después de que el pueblo tunecino, con la inestimable indiferencia del ejército, derrocara e hiciera huir vergonzantemente a Ben Alí, el adjetivo sátrapa no ha despegado de la boca de medios de información y políticos de diverso pelaje. Prácticamente a la vez, nuestra ignorancia de lo que sucede en nuestro patio trasero ( tal vez sólo sea mía ), se ve sorprendida con la noticia de que el partido de Ben Alí era miembro de la Internacional Socialista. Se cumple aquello que dijo Roosvelt de Somoza:"es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta...". Todas las críticas al imperialismo americano, de vuelven como un bomerang cuando tenemos que hacer lo posible porque no se note que Ben Alí ha sido nuestro "hijo de puta", y que su fuga deja a las cancillerías europeas un vacío colmado de incertidumbre, independientemente de que alaben el buen olor de los jazmines . Como sucede con Mubarak, con Mohamed, con tantos en nuestro patio trasero, en el cual la táctica del "más vale malo conocido.." es toda una estrategia de política exterior. Bueno para nuestro turismo alejado de esos mercados más baratos y emergentes, pero posiblemente dramático para la escenificación de un Mediterráneo convulso, hiperpoblado, carente de cultura democrática. Véase el Líbano, la jugada de Hizbulá y tal vez las cancillerías europeas comiencen a temblar. Recuerdo aquello del "fin de la historia" tan mal entendido como explicado cuando cayó el Muro. El Mediterráneo nuestro patío trasero, es un trasunto de aquello que dijo Chruchill para los Balcanes:" demasiada historia para digerirla..".

2 comentarios:

Espartaco dijo...

Pues sí, es nuestro hijo de puta, como tantos otros, hasta que deja de serlo y entonces se le invade como en Irak. Y punto.

Lo grave del caso de Túnez es que pueden llegar a tener una democracia y eso no podemos permitirlo. ¿Imaginan lo que puede llegar a pasar si realmente se respeta la voluntad del pueblo? Pueden ganar los otros, los que no son los buenos, y entonces... entonces habrá que no reconocerlos y llamarlos integristas, terroristas o cosas peores. Si por el contrario ganan los laicos que tampoco son los nuestros (los buenos) habrá que decir que son populistas de izquierdas que buscan una dictadura.

En definitiva, una democracia en el norte de África no la podemos permitir de ninguna manera no sea que los demás tomen ejemplo.

miguel angel de uña dijo...

Estimado Espartaco. No seamos ingénuos. Al igual que sucedió con la Rusia de Octubre de 1917, el país donde la revolución nunca podía ser democrática, dudo que la democracia pueda germinar en un país árabe, incluído Túnez, un oasis de "progresismo" en el páramo del Norte de África. Creo que hay que ser pesimistas y esperar que el fundamentalismo no tenga chance en las revuletas populares. Ya vivimos la caída del Sha como una liberación, y veíamo a Jomieini como un padrecito liberador. Excesivamente dificil, excesivamente peligroso, muy preocupante pase lo que pase. Bien por el final de los sátrapas, pero temblemos por las alternativas.