domingo, 9 de mayo de 2010

ESPECULADORES Y PROYECCIONES

Una de mis lecturas preferidas en la adolescencia fue "El Conde de Montecristo" de Dumas, en aquellas cortadas ediciones de "Juventud" de Bruguera. Ya adulto, me encontré con el tomo inacabable y nunca suficiente que escribió Dumas y su negro. Despues he leído los sesudos comentarios de Gramsci y de Umberto Eco sobre la figura de Edmundo Dantes como premonitoria del "superhombre" nietzchiano, como el prototipo de una inquietante modernidad. Las páginas en las que lleva a cabo su venganza eran con mucho mis favoritas,proyectando en ellas mi sueño de venganza adolescente sobre el Padre Prefecto o sobre el chulo de 6º que siempre nos amargaba la existencia a los "pequeños". Pero basta de disgresiones y vayamos al título del post.

Uno de los enemigos de Edmundo Dantes, que le lleva con su silencio cómplice al Castillo de If, es Danglars, el contable del buque "Faraón". Durante la estancia de Edmundo en If, medra en la sociedad corrupta de la Restauración y sigue enriqueciéndose en la más corrupta del orleanismo, siguiendo los mandamientos de Thiers. Logra riqueza, un lugar en la sociedad financiera y como no un título de barón. La venganza urdida por Edmundo, ya Montecristo, pasa primero por arruinarle, para después seguir el destino de los demás, más sombrío que la pobreza. Sólo, la "conversión" de Montecristo le permitirá salvar la vida, que no la bolsa.Montecristo le arruina de una forma ingeniosa, como es lógico. Danglars tiene poderosos intereses en la España isabelina. Montecristo compra a uno de los señaleros que rebotaban las noticias antes de que se inventara el telégrafo. Ama las fresas, y Montecristo pone a sus pies un latifundio de fresas para toda la vida. Sólo tiene que mandar una noticia falsa desde su torre. Como no, un golpe de estado en España, algo tan frecuente en la España decimonónica. "Levantamiento", "Alzamiento", "Espadón" son palabras que aquella España unió al universo político, palabras menos dignas que "liberal" o "guerrilla". La noticia llega a París, hunde en la bolsa los títulos españoles, Danglars se arruina y huye, con buenos millones, dejando a cientos o miles de estafados que confiaban en su producto financiero, diríamos ahora. Mas tarde, Danglars es secuestrado por un bandido italiano, criatura de Montecristo, que aligera su bolsa definitivamente haciéndole pagar el pollo a precio de Weimar en sus mejores momentos, riánse de la hiperinflacción argentina que todos conocemos. Pero como digo, salva la vida, gracias a que Montecristo reconoce que se le ha ido la mano con otras víctimas de su venganza.

Dumas no hace que Montecristo, diga al señalero que se ha producido un golpe de estado en Prusia o en Inglaterra, no, elige España. Es fácil saber porqué y no merece la pena hablar de lo redundante. Todo esto viene a cuento de la crispación en el rostro de Rodríguez Zapatero, de su incredulidad, cuando las bolsas, los especuladores que él denuncia, han elegido España como motivo de juego financiero. ¿Algún especulador hubiera creído el rumor creado por un broker inglés si éste hubiera escrito que Alemania pedía financiación al FMI ?, ¿ o Francia, o la misma Inglaterra, más endeudada aún que España ?.Hay una fácil respuesta para ello, pero es todavía mas fácil encontrar un pagano sobre el que proyectar su propia indigencia en saberes económicos y me temo que en otros conocimientos. El "Protocolo de los Sabios de Sión" a la financiera, sigue siendo un potente motor de proyección para derivar la culpa sobre quien no la tiene, o sobre quien se aprovecha de unas circunstancias particulares creadas por quien no está dispuesto a "enmendallas", logrando un buen coro de replicantes entre la prensa adicta, algunos sindicalistas y los que que nunca dudan de la razón del jefe. Especuladores como proyección de un fracaso personal ante la negativa primero, de ver lo que era evidente, y de tomar medidas ante lo que puede ser evidente. Me canso de ver, aún en la prensa adicta aquello de "España no es Grecia, pero..."

5 comentarios:

Espartaco dijo...

Entonces sirve el mismo análisis para la libra esterlina en 1992 (víctima de un ataque especulativo de George Sorós) o para las monedas asiáticas en 1997 (Taiwan, Corea de Sur, Hong Kong...)

¿No tendrá que ver algo con su admirado modelo neoliberal, los acuerdos nefastos del Tratado de la Unión Europea, las políticas exclusivamente monetaristas del BCE...?

ZP es un pardillo pero su análisis, pese a tener una buena entradilla, no resiste una mirada al pasado reciente.

miguel angel de uña dijo...

Estimado Espartaco. Desde Craso ( y seguramente antes ) hasta hoy, especuladores ha habido siempre y se han aprovechado de su poder, de su capacidad neuronal y sobre todo de la confianza de la gente menos avisada. El toco mocho ( aunqu esea global ) no es culpa del mercado, sino de las aristas de la naturaleza humana. Soros no es mas que el depurado ejemplo de lo que la globalización puede dar de sí, como antes lo fueron los Rotchilds ( Waterloo y su paloma mensajera )para la vieja Europa o el Marqués de Salamanca para la triste y depauperada España.
Mi post intentaba ejemplarizar sobre la estulticia que corona a nuestros proceres actuales, y de como, encantados narcisisticamente de haber llegado de la calle Ordoño a la Moncloa sin dar demasiado golpe, ponen cara de extrañeza, incluso de cabreo, cuando hasta los especuladores señalan al rey desnudo. Hay que perseguir a los especuladores , "los que ganan fuera del mercado", subrayo el mercado, que nunca puede ser culpable. Son como los hackers, horribles, perseguibles, delincuentes, pero la sal de la innovación informática.

Espartaco dijo...

Ya, pero el rey desnudo sería entonces el Reino Unido de la Gran Bretaña en 1992 o las economías asiáticas del 97 ¿no?

Por otra parte, ¿qué mejor exponente de un mercado puro que la bolsa y sus profesionales? Condenamos a los trabajadores de la bolsa por hacer lo que dicta el mercado?

Me parece un poco hipócrita o, como diría usted, a Saturno devorando a sus hijos.

miguel angel de uña dijo...

Estimado Espartaco. Algo se me escapa de su comentario, que me parece un tanto hermético. En todo caso, tenemos la tendencia a entender el "mercado" como una reunión de viejos y avaros barrigudos, que con sus maniobras mortifican la vida de los pobres mortales. Y ya sabemos que unos días antes de estas movidas bursátiles, hubo una cena muy especial en Londres entre grandes ¿especuladores versus inversores, depende de que vendan o que compren?. Las teorías conspirativas desde el "protocolo de los Sabios de Sión", al Club Bidelberg, la Trilateral, inclusive el Kominterm, siempre han tenido un gran efecto mediático. Y no dudo que tengan un papel relevante en los destinos del mundo ( todos los nombrados menos los "protocolos..." una invención de la policía zarista ) y de los mercados, pero prefiero seguir en mi denuncia del rey desnudo, al cual solo su estulticia viste. Un saludo.

Espartaco dijo...

Pero si es muy fácil de entender. En España tenemos a un presidente muy mediocre que no tiene ni idea. Pero en España tenemos los mismos problemas que tienen en el resto de occidente, los propios del sistema. Ayer fue la libra esterlina o las monedas asiáticas, hoy es el euro a través de Grecia y España, mañana será otra economía, otro país.

Las reglas del juego son así. El mercado manda (menudo eufemismo eso del mercado ¿eh?, como si el mercado fuese una cosa etérea tipo arcángeles o el alma de los difuntos) y los gobierno obedecen sus dictámenes que para eso hacen las leyes de acuerdo con los que mandan en el mercado.