PAN PARA HOY....

El PNV no ha conseguido captar los votos de la abstención batasuna, para seguir manteniendo la primacía del nacionalismo sobre los "constitucionalistas". El fracaso del PNV da lugar a un prematuro entierro de las tesis "soberanistas" que encarna Ibarreche, enfrentado a la necesidad de no correr el albur de una derrota en su publicitado referendum de Octubre. La renovación del "pactismo" que parece representar Urcullu, puede ser confundido con una vuelta a la razón perdida por el lehenkari y sus corifeos, tanto del PNV como de EA y de la IU de Madrazo. Muchos medios de comunicación respiran, muchos columnistas prefieren olvidar los otros momentos en los que el PNV pareció dar muestras de cordura, para no dejar de mantener una actitud desleal con el Estado, clientelar en su ámbito y escasamente alejado de sus descarriados parientes batasunos. El cambio sería no volver la cara ante la patología que afecta a la sociedad vasca, comenzar a poner las bases morales que hacen que una sociedad pueda llamarse democrática y libre, calificativos de los que no pueden ejercer los ciudadanos vascos. Mientras eso no se produzca, la modificación táctica del PNV, de los Urcullus de turno, será "pan para hoy y hambre para mañana". Aunque nos vendan el alivio como curación. Tal vez el referendum no se haga, pero seguirá el cupo, el vasco como imposición en la escuela pública y concertada, la tergiversación de la Historia y se mantendrá incólume el tejido clientelar que ha hecho de la sociedad vasca el lugar callado, medroso, que no solo las pistolas han conseguido crear.