Bernad Shaw es el gran perpetrador de anécdotas. Cuando no es posible colocársela a Oscar Wilde, aparece el fabiano Bernad para rellenar el hueco. Cuentan que un día estaba el bueno de Bernad en un banquete con algunas distinguidas y postvictorianas señoras.Éstas se burlaban de otra distante comensal con fama de señora "distraída", afeando su costumbre de venderse a un adinerado amante, y llamándola, sin decirlo como corresponde a una señora postvictoriana, puta. Intervino Shaw y le preguntó a la más irónica de sus interlocutoras:
- ¿Sería Ud. capaz de acostarse conmigo por una libra? -
- ¡¡ Sr. ¿Por quien me ha tomado Ud? -
- ¿ Y por un millón de libras? -
- ...bueno, por esa cantidad....-
- Pues bien, Sra. ahora que sabemos qué es Ud, vamos a empezar a regatear el precio -
He recordado la anécdota de Bernad Shaw, ante el fasto y el silencio que han suscitado la visita del jeque y la glamurosa jequesa de Qatar. 3.000 millones de euros en inversiones varias, nos han permitido saber lo que somos como país, el precio que nuestro Gobierno pone a nuestro silencio y a nuestra sumisión. Y sin regatear.
Dejo una verdadera frase de Bernad Shaw, fabiano, demócrata, crítico con esa democracia sumamente imperfecta que era el Reino Unido postvictoriano. Va como anillo al dedo a nuestra situación post ¿qué?: "La democracia sustituye las designaciones que afectúa una minoría corrompida por las elecciones que efectúa una mayoría incompetente."
2 comentarios:
Sí, hace años que vienen pasando estas cosas. Mire usted que comparto su análisis y lo amplío: Francia, Reino Unido de la Gran Bretaña, Alemania, Italia, Estados Unidos de América... no creo necesario seguir
¿Acaso hay diferencias?
Pero no se preocupe, está todos ellos bendecidos y perdonados de sus pecados por el FMI
Amigo Espartaco. Evidentemente, "business are business". Pero recuerdo otros socialistas, con sus contradicciones como no, pero de otra pasta: Olof Palme por ejemplo. De los conservadores, como es evidente, es mas difícil salvar ni siquiera a diez justos como en Sodoma.
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