domingo, 17 de abril de 2011
SU CAMINO DE SHANGAI
Pablo de Tarso pasó a la Historia gracias a que cogió el camino de Damasco, donde oportunamente le estaba esperando Cristo resucitado para llevarle, valga la redundancia, por el buen camino. A Rodríguez Zapatero se le ha aparecido la "vieja nación", o sea España, entre Shangai y Singapur, mareado por el jet lag y las cifras que fueron y desaparecieron, el espejismo del oasis en el perdido en el desierto. Pablo de Tarso persitió en la búsqueda de aquel Cristo que le derribó del caballo, hasta dar su vida por Él. De Rodríguez Zapatero no deseo que llegue tan lejos, pero sí al menos que recuerde la "vieja nación" cuando tenga que doblar la cerviz ante las exigencias de los nacionalistas en la negociación de los próximos presupuestos. Por ejemplo.
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