jueves, 18 de agosto de 2011

SOLO FALTABA EL FÚTBOL....

para que el ambiente se encrespe hasta lo irrespirable. Por si nos faltaran pocos motivos de preocupación sobre nuestro porvenir personal y social, el fútbol o mejor el enfrentamiento entre Barcelona y Real Madrid, viene a añadir un motivo mas de crispación y fractura. Sobre todo cuando tanta gente,animada desde los mas cavernícolas medios de comunicación, desarrollan los bajos instintos de una masa sin capacidad de crítica y polarizada a través de los tópicos. El enfrentamiento Barcelona / Madrid se quiere, y en parte se logra, transformar en un enfrentamiento entre una Cataluña y una "España". Un argentino, un manchego, un portugés, un canario....por una parte, muchos portugueses, dos alemanes, un francés...por la otra, mercenarios todos ellos en mayor o menor medida, son cauce de una polaridad sentimental que empieza a ser otra cosa, no solo un lugar de satisfacción, sino de odio, de enfrentamiento, de resentimiento ue se lleva más allá de los colores del club "enemigo". Como digo animados por una presa, generalista y deportiva qué destila con frecuencia lo que nunca debe ser el periodismo, propaganda y con frecuencia subvencionada. Solo nos falta el fútbol para hacer identificaciones tan falsas como forzadas, ante un período que desde lo económico y lo social, exige la garantia de la unidad. Me temo que no va a ser posible, ahondando las dificultades que tenemos que afrontar como comunidad, y que tendrán un reflejo inequívoco en cada uno de nosotros, seamos del Madrid o del Barcelona.
"Soy" del Real Madrid. No tengo la culpa. Nací allí, mi infancia coincidió con aquel Madrid mágico de las siete Copas de Europa. Me gustaría que echaran a Mourinho, por su maquiavelismo sin recompensa, por ser un factor de refuerzo negativo, solo ha faltado el dedo en el ojo; me gustaría que los jugadores del Barcelona hicieran menos teatro, no lo precisan, y que Guardiola fuera menos "humilde", porque es un factor estimulante para el narcismismo de su jugadores, ya saben mi criterio en un post anterior.
El fútbol, que nació como todos los juegos como el campo simbólico donde desarrollar una contienda, no puede ser un lugar no simbólico, que haga de la contienda una realidad. Son los sentimientos los que destrozan o afirman la vida comunitaria, no es la razón. Habrá que volver al mejor Azaña, "paz, piedad, perdón", aunque estemos hablando de fútbol y todo parezca un poco exagerado. Pero es un momento de deamasiada crispación, y la que nos espera con propuestas como el pacto fiscal para Cataluña. Saldrán a relucir estos Madrid-Barcelona. Ya lo verán

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