miércoles, 15 de diciembre de 2010

MANTENELLA....

A un disparate de base, la situación de los controladores en el mercado laboral desde 1980, con permisividad de gobiernos de toda laya, se suma el despropósito de todo el conjunto de decretos emanados desde el Ministerio de Fomento desde el pasado mes de Febrero y que culminan con el famoso decreto-catalizador de la mañana del 3 de Diciembre. A la burrada de los controladores, se contesta con una arbitrareidad "constitucional", consentida por el cabreo de los muchos afectados y jaleada por la envidia social propiciada por unos salarios impresentables ( ya desde hace una generación ) y la actitud prepotente y chulesca de los controladores. Doce días después, tenemos la situación "normalizada" gracias a la militarización de un servicio, lo cual no deja de ser un curioso oximorón. Tenemos la promesa solemne del colectivo de controladores de paz en la torres de control para los próximos meses, conscientes como son de lo insensato de su actuación el pasado día 3 de Diciembre. Tenemos una negociación pendiente, cuando parece ser que "hablar, dialogar" es la especialidad de este Gobierno. Pero a pesar de ello,y al parecer contra el criterio del izquierdoso Ministro de Justicia, se mantiene el estado de alarma, con el vergonzante apoyo de nacionalistas y del PP, temeroso éste último de optar una postura diferente a la del ejecutivo y ser linchado en la apertura de los telediarios como cómplices de los controladores. Los nacionalistas, encantados de que se mantenga el follón, un hito más para afirmar la inutilidad de "España" y la rémora que significa para sus felices países. El mentecato Sardá ha sido su mejor portavoz, en el ejercicio habitual de confundir churras con merinas.

Y Rodríguez Zapatero decide que las Cortes no es suficiente foro para su papel universal, ávidos como están en Bruselas por oír sus recetas para salir de la crisis. Aquello de que "el Parlamento será el eje de la vida política", ¡qué lejos queda!. Hoy Mood'ys vuelve a amenazar al viejo reino de España con rebajarle la valoración, cuando ayer se pagó el interés de la deuda pública en el 5.5%, dejando corta la rentabilidad - que ya pareció escandaladosa - de las Geralidades catalana y valenciana. Necesitamos a Rodríguez Zapatero no defendiendo la Constitución en Madrid, sino como un nuevo soldado de los viejos tercios, defendiendo en Bruselas la bolsa de los españoles ante la avidez de la luterana Merkel. Y así vamos, de salto en salto, del "como sea.." al "mantenella y no enmendalla", una aportación inigualable para la ciencia política.

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