domingo, 27 de junio de 2010

LA REINSERCIÓN COMO SUBVENCIÓN

ETA vuelve con fuerza. Gracias a Dios no por sus atentados, sino por las expectativas que tirios y troyanos están creando en torno a una nueva tregua, con el escenario de fondo, el que realmente interesa que son las elecciones municipales ( ya las Diputaciones Forales, verdaderos ejes de la economía pública en el País Vasco ). Y la carambola termina en el campo del Gobierno, apuntándose el tanto del cansancio ciudadano no muy estricto a la hora de pensar en la moralidad, pero sí en la comodidad.

A pesar de las rotundas palabras de Rubalcaba, de las más tajantes del jesuítico Bono, me quedo con las declaraciones de Urizar, el secretario general de EA, convertidas las siglas en las mamporreras de una Batasuna crecida ante tantas atenciones por parte de todos los eguigueren desde el cabo Machichaco a Castellana 3, pasando por los "desinteresados" esfuerzos de tanto negociador internacional. Dice Pello Urizar: la izquierda "abertzale" no condenará a ETA. Hay palabras que no usarán". La claridad, sobre todo la claridad.

La reinserción, pensaba uno, significa la asunción de sus propios errores, el cambio de paradigma vital, el recuperar la empatía con las víctimas, arrepentirse ( qué palabras mas antigua )de los actos injustos, pedir perdón, fundirse con los intereses generales. Barrionuevo, por ejemplo, nunca puede ser un reinsertado, aunque veo que se le admite en círculos que dejan de ser selectos con su persona. Pero me siento antiguo, cuando advierto que el discurso de los "negociadores" pasa sobre todo por salidas económicas, subvenciones para los excarcelados tras el "proceso", y nunca por la asunción de la culpa, del horror de los ojos de Ortega Lara, como símbolo de todos los espantos que nos han deparado 50 años de terrorismo, sobre todo desde que democracia dejó sin sentido el conseguir objetivos políticos, matando, callando, exiliando a quién no piensa como ellos. Y es evidente que el sistema irlandés de "resolución del conflicto" nada tiene que ver con el caso vasco. Sí los abertzales se han sentido invadidos, que les pidan responsabilidades a los requetés navarros y alaveses, sin cuya concurrencia la Guerra Civil hubiera sido otra cosa. Pero prefieren olvidarse de la Historia, para revolcarse en la Mitología. Es más cómodo.

Advierto que reinserción se va aproximando cada vez más a la palabra subvención. Nos quedan pocos meses para ver como termina el juego. La pereza propia del 31 de Julio, día de S. Ignacio, no nos moverá a dar demasiada importancia a los titulares del 1 de Agosto. A la vuelta de las vacaciones, tal vez nos encontremos una salida al "conflicto" llena de comodidad, pero huera de moralidad.

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