sábado, 21 de enero de 2012

EL DRAMA COTIDIANO

Es difícil evitar el pesimismo. En lo económico , porque el camino a recorrer se antoja un Gólgota sin vertiente cuesta abajo. Lo dramático es esa cifra pavorosa de débito familiar, algo mas del 80% del PIB. Retórico, vuelvo a preguntarme ¿porque no supimos decir no?. En estos días, por motivos que ya expondré, leo con fruición nuestra historia en el caballo de los siglos XVI y XVII, enmarcados en lo económico por dos grandes quiebras, una en 1596 y otra en 1607. Coincidente ambas con la quiebra moral no solo de las clases dirigentes, sino de todo un pueblo, empeñado en vivir en "castillos españoles" que dicen nuestros malos vecinos gabachos, "encantados" que dijera el arbitrista. No es muy diferente aquella España del Duque de Lerma, a lo que vemos en Valencia, en Mallorca, en Cataluña, en Andalucía, parte visible de un iceberg, conocido por todos, soportado por todos, aplaudido por una inmensa mayoría que no reacciona ante el expolio, esperando unos participar de él, excusándolo otros en su inevitabilidad. Valencia para el PP, a pesar de lo visto; Andalucía puede seguir siendo del PSOE a pesar de lo sufrido. Quiebra moral que se extiende a la naúsea de la cotidianeidad del País Vasco, entregado al totalitarismo de la falsa memoria, de la mendaz hipocresía de los nacionalistas y de un lehendakari cada vez más próximo a sus tesis. Quiebra moral de la política en Cataluña, volviendo al hipócrita olvido de los principios que pasa por alimentar a través del silencio, la mentira nacionalista, expresada sin rubor en el "España nos roba".
Perdida definitivamente la batalla del lenguaje de esta segunda transición, cuando se consolida el "España y Cataluña" o cuando "el fin de ETA" se da por definitivo, tal y como repiten día tras día, no solo los interesados nacionalistas, sino la propia candidata a la Secretaría del PSOE, la inefable "Carmen de Olula" como la han bautizado su conversión paulina. Si "París vale una misa", Ferraz "vale una foto", pero manteniendo el fondo y la forma del discurso, "España y Cataluña", como dos todos, y el "fin de ETA", no como un deseo, sino como una realidad. Pobre Rubalcaba, casi viejo, realmente feo, y posiblemente nada sentimental, ahora que vuelve Valle.
El drama cotidiano de una sociedad que mira la columna de la gasolinera para quejarse del precio de los carburantes, que se quedará beoda ante la retención en la inmediata nómina - el que la tenga -, sin percatarse de su defícit moral, como principal problema, el más acuciante y el mas complejo de resolver sin unas fuerzas políticas dispuestas a otro trabajo que el de perpetuarse.
La España de 1607 se veía eterna a pesar de sus problemas. Los tiempos eran lentos. En menos de 33 años, la mayor potencia europea estaba desastrada, arruinada, rota. La desmesura, pero sobre todo la inmoralidad social de las clases que pudieran tener conciencia e influencia, tuvieron la responsabilidad de ese fracaso. Hoy, la sociedad democrática, nos hace a todos partícipes, responsables. Miro alrededor y no encuentro respuestas, solo silencio o ruído atronador sin dirección. ¿Dónde está el 15 M, tan mediático? ¿Esperando al final del Congreso del PSOE?.
Y encima no echan a Mourinho y volverá Pepe a vestir una camiseta blanca. Y vuelve Gran Hermano y es líder de audicencia. Me pilla mayor para bajarme. Lástima treinta años menos y un poco mas de inglés.

4 comentarios:

ansiadalibertad dijo...

Redondo, maravilloso. Cómo me gustaría haberlo escrito yo ya que es eso lo que siento y lo que pienso.
Solo puedo homenajearlo de un modo; me lo llevo, con tu permiso.

miguel angel de uña dijo...

Gracias Ocón, pero no es muy esperanzador compartir pesimismo. Un abrazo.

ansiadalibertad dijo...

Este pesimismo es realista. Ojalá fuera contagioso. Que bueno sería si una inmensa mayoría de nosotros pasara del balido eterno a este sentimiento que lo que reclama es ACCIÓN.
Hay optimismos destructivos, lo hemos vivido recientemente. Hay pesimismos lógicos y necesarios si aún somos personas. Malo será abandonarnos en este punto.

Un abrazo y ¡A LAS BARRICADAS!

africano dijo...

Muy bueno. Con tu permiso, me lo llevo.