EL SASTRECILLO VALIENTE

Quizás los más jóvenes no tengan conocimiento del cuento. Les invito a que lo busquen y lo disfruten. El sastrecillo valiente iba ufano por la vida, despertando la admiración de la gente, con su banda dorada, en la cual campaba el lema de letras escarlatas, bien visibles: "siete de un golpe". El sastrecillo valiente triunfó gracias al equívoco que lucía en su banda, pero sobre todo porque él sabía qué reflejaba en realidad la hazaña de la que presumía.
El problema es para otros que confunden la realidad con su deseo y que a pesar de ello se ufanan del lema de su banda. Siete, ¡ siete ! planes diferentes en menos de seis meses para afrontar la crisis que no existía. El último ayer mismo, cuando se nos había dicho que no había más tras la demostrada efectividad de las anteriores.
Ninguna autocrítica, solo la satisfacción del deber cumplido, añadir parches inconexos para acallar la mala conciencia y adormecer a la opinión pública mientras llega la Navidad y todos nos olvidamos de la realidad una buena temporada. Despues llegará Obama y ocupará una buena parte de los telediarios, haciendo que la realidad parezca otra que la que es. Y después Semana Santa y así iremos capeando el temporal, gracias a la propaganda y a la estulticia voluntaria general.
El sastrecillo del cuento, se acabó casando con la princesa tras haber consegido terminar con el ogro que atemorizaba al reino. Este ogro de hoy, paro para hoy, defícit para mañana, exige algo más que la prestancia de una banda que luzca "siete de un golpe", sobre todo cuando se conoce que los siete, eran moscas.