EL MINISTRO BUENO

Las "pelis" americanas de serie B nos enseñaron las tácticas del interrogatorio policial, con la clásica división de papeles entre el "poli" bueno y el "poli" malo, casi siempre arrancando la confesión el "poli" bueno, haciendo el favor al interrogado de salvarle de la brutalidad del malo. No era sólo cuestión de las "pelis" de nuestra infancia. Las memorias de LONDON, demuestran que el tardo-stalinismo checo, supo llegar a los mismos resultados, ¡la confesión!, con los mismos medios. Hoy asistimos a un proceso similar en la vida económica y política española, con un víctima, el consumidor, estragado entre una Comisión Nacional de la Energia encargada del papel de "poli" malo, para que venga el "poli" bueno, el ministro bombilla, y consiga que nos sintamos satisfechos con pagar una subida de la luz, que les apuesto, no bajará del 15%. Qué bueno es el Sr. Ministro que con su arriesgada maniobra nos ahorra el susto del 31%.