sábado, 13 de septiembre de 2008

"NO NOS RESIGNAMOS"

Con su mejor voz, campanuda, llena de ecos para la HISTORIA - así con mayúsculas -, el lehendakari, con el trasfondo de su Gobierno, igualmente transido de historicidad, anuncia: "no nos resignamos a que miles, cientos de miles de vascos y vascas no puedan expresar libremente sus ideas; no nos resignamos a que cientos de miles de vascos y vascas callen ante el acoso permanente del miedo; no nos resignamos a que decenas de miles de vascos y vascas, hayan tenido que abandonar nuestro maravilloso país ante la presión de los violentos; no nos resignamos a que miles de vascos y vascas tengan su intimidad condicionada por el miedo a la muerte o a la agresión; no nos resignamos ante la prepotencia de quienes imparten certificados del buen vasco o vasca, o del mal vasco o vasca, simplemente porque no comparta sus ideas; no nos resignamos a que en las calles del País Vasco existan cotos donde alguna gente, miles y miles de vascos y vascas, tengan que bajar la mirada, o simplemente evitar; no nos resignamos a que miles de vascos y vascas alimenten el odio y jaleen la violencia. No nos resignamos a que la ley del silencio sea la mejor cumplida por cientos de miles de vascos y vascas. No nos resignamos a la bajeza moral de aplaudir la violencia. No nos resignamos a construir una independencia en la cual un solo vasco o vasca, se sienta acosado o acosada. ...."

Siguió así un largo rato, intentado vincular la independencia a la paz, a la ausencia de odio, a la expresión libre de las ideas, a que ni una sola persona tuviera que abandonar su tierra. Antes de la independencia está la ética, la moral social, sin al cual todo es horda, aunque sea la de Túbal. Tras Ibarretxe, Erkoreka, Madrazo y todos los demás, asentíán llenos de serenidad cada vez que el lehendekari, enunciaba un "no nos resignamos...!". Sólo la Vicepresidenta del Gobierno vasco, Sra. Zunarruzabeitia, sentía una cierta desazón ante la repetición de "vascos...y vascas", pensando que ya estaba bien que siempre fueran primero el masculino. ¡ Ya era hora de que el lehendakari, cambiara el orden en mor de la buena educación , que siempre ha puesto a las señoras por delante !.

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