LA CENSURA

Las radios son capaces de emitir un sinfín de anuncios, entre ellos cada vez mas frecuentes productos-basura que lo mismo nos adelgazan sin dejar de comer, que nos devuelven la memoria, acaban con el ronquido o nos porporciona una vista de lince. Mas las machaconas campañas de las diversas administraciones, empeñadas en hacernos mejores ciudadanos a base de contarnos sus hazañas, sobre todo cuando de acerca la campaña electoral. No hay censura para la mentira o para el autobombo. Pero si un conjunto de ciudadanos, decide hurgar en las contradicciones del poder, entonces la censura vuelve a renacer con la contundencia que tiene el silencio impuesto. Nada se puede esperar de Luis del Olmo, empresario antes que voz libre. Pero espero con ansiedad las palabras de Carlos Herrera este próximo lunes, hablando de la libertad que se niega desde su empresa. El martes está cerca, para decirles si Carlos Herrera está por la libertad o por la cartera.