sábado, 19 de julio de 2008

Sagrado Egoísmo

Italia, mejor decir la casta política italiana, han dado lugar a un país poco fiable. El máximo de su capacidad engañadora, lo consiguió en el cambio de bando que hizo durante la I Guerra Mundial. Tras ser uno de los participitantes de la Tríplice ( los imperios germanos centroeuropeos ), entró en la guerra contra ellos tras creerse asegurar de los Aliados una mejor parte del botín postbélico. La excusa, "el sagrado egoísmo" inspirado por el nacionalismo italiano hijo de la Unificación. Daba igual lo que se hiciera, siempre y cuando fuera en beneficio de la Gran Italia que había que crear. Aquellos polvos "éticos", fueron la madre del lodo fascista y del sufrimiento de millones de italianos desde Caporetto, hasta la rendición de los alemanes en suelo italiano a fines de Abril de 1945. El "sagrado egoísmo" fue invocado por liberales que lo apadrinaron, por socialistas que votaron los créditos de guerra, y solo la lucidez de algún outsider como Gramsci, supo darle su justa medida, de traición de clase, pero también de final de la una forma de estar en política que mas pronto que tarde iría en contra de quienes la propiciaron.

Hoy leo los periódicos, oigo en las radios, el próximo programa del Partido de los Socialistas Catalanes respecto a la oferta que ha hecho el cada vez mas atribulado Solbes, sobre la financiación autonómica. Respuesta que hay que poner en conexión con su "logro" de publicación de las balanzas fiscales. Pirateo una vez más al fantástico blog de Santiago González en "El Mundo", para dar un contexto adecuado al "expolio". El PSC parece que aspira a encabezar la rebelión de los poderosos contra los criterios de "Madrid". Montilla, que tiene que hacerse perdonar su mal catalán, parace dispuesto a cobijar los intereses soberanistas, egoístas y en ocasiones xenófobos, de CIU, y hasta tal vez no le importaría ir de la mano de Dña. "Espe", buscando la complicidad de las regiones ricas. No importa su sigla, Socialista, que implica cooperación, solidaridad, incluso reparto, solo importa "Catalunya", en un magnífico ejemplo del "sagrado egoísmo" que da por tierra con cualquier perspectiva ética.

Es evidente que Andalucía o Extremadura gestionan mal sus recursos y los que vienen de otras regiones del Estado. Es cierto que han creado una sociedad clientelar, subsidiada y abocada al fracaso permanente mientras se mantenga su perverso - por circular - sistema. Pero la Cataluña con espíritu "calvinista", ha pasado a mejor vida, para convertirse también en un lugar donde la administración despilfarra a dos manos, y por tanto no puede ser referencia moral para otros. La misma ocupación política de la administración; los mismos gastos en televisiones particulares y campañas publicitarias para mayor gloria del mandamás de turno; la falta de contención de los políticos en sus gastos personales ( ver el sangrante tema del hotel del Sr. Carod en Barcelona), que trasladan sin rubor a la totalidad del presupuesto. Podríamos seguir hasta el infinito, incrementado en Cataluña con el tema de la lengua y su presunta defensa, otro lugar para el afán manirroto de muchos, utilizando arterantemente la "identidad" como justificación. Y sobre todo, como hacen los políticos extremeños o andaluces, buscando a través de la proyección ese "otro" a quien culpar de todos sus errores. "Madrid" en su caso, sirve lo mismo para un roto que para un descosido.

El "sagrado egoísmo" significa en no soportar la equiparación con los demás ,y por tanto intentar un mejor reparto de la capacidad financiera del país, beneficiando a los más débiles. No significa exigir a los los mas atrasados que mejoren su gestión, porque eso significaría aplicarse la misma medida, y la casta no está para hacer sacrificios, ni siquiera en estos tiempos de aflicción. Lo "socialista" para el PSC en este momento pasa por hacer todos los compañeros de cama disponibles, y todos los nacionalistas lo están, para seguir manteniendo el "hecho diferencial" y terminar con el "expolio" ( no he visto ni una sola crítica de un socialista a la denominación dada por la prensa independentista y "progre"). Los del PSC de toda la vida, Bonanova y alrededores, con el inestimable consurso de los charnegos de primera y segunda generación que les sirven de colchón electoral, abanderando el pelotón de los que ven en la finaciación diferenciada, el primer eslabón de la independencia, el soltar el lastre por fin, de los "murcianos" depredadores. Risible para quien conoció aquella izquierda catalana, aquel PSUC integrador y ejemplar ( con todas sus sombras como vimos también rápidamente ), pero posiblemente muy serio en un momento de debilidad del Estado, de pérdida de la autoridad política y moral que debemos al menebre zapaterismo y a zamarrismo rajoysta ( Pancracio Celdrán dixit ).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Don Pancracio Celdrán, sabia criatura