domingo, 6 de julio de 2008

Han llegado a Bulgaria

La esencia de la izquierda es la crítica. Cuando la crítica desaparece, la sumisión lo llena todo. Hubo un tiempo en el que el "socialismo real" conseguía ganar los congresos siempre en el borde del 99%. El maquillaje siempre exigió ese 1% de disidencia, pero no más de ese uno de cada cien delegados. Nunca se supo quien era, nunca dio la cara, no habló jamás. Todos sabíamos que ese "búlgaro" díscolo era el artificio que exigía la escenificación. Cuando un partido que se dice de izquierdas llega a recordar como eran los congresos en la Bulgaria del socialismo real, le sucede lo que a aquel socialismo, que no lo era.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

esto es ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. UPyD es un "partido" (de alguna manera hay que llamarlo) donde todo cauce de democracia, y no digamos ya de crítica, interna, brilla por su ausencia.

miguel angel de uña dijo...

Es evidente el escaso ánimo democrático que se advierte en el comentario anterior. No hay capacidad para hacer crítica al contenido del blog, buscando únicamente la descalificación. El proceso es el propio del mecanismo de defensa que conocemos como "poyección": "operación por medio de la cual el sujeto expulsa de sí y localiza en otro cualidades, sentimientos, deseos, incluso "objetos" que no reconoce o rechaza de sí mismo...." ( LAPLANCHE PONTALIS "Diccionario de Psicoanálsis. Fin de una polémica sin crítica real.