miércoles, 16 de abril de 2008

ZUMBAR.....TRANSFERENCIA DISCONTÍNUA DE AGUA

Tal vez en estos "blogs" he hablado alguna vez de Victor Klemperer. Era un alemán, muy alemán; un judío, muy poco judío; y sobre todo un gran filólogo. Tuvo la suerte de sobrevivir al Holocausto y al bombardeo de Dresde. Y legarnos por ello, la maravilla de sus "Diarios" y "Lengua del Tercer Imperio". Ambos libros son verdaderas vacunas contra el nacionalismo y la confirmación de que no era cierto que el "fascismo es la expresión final del capitalismo" como coreábamos en los años 70, sino que "el nacionalismo es ....". Antes de que Hitler montara la estructura que permitió la Shoa, aperitivo de todo lo demás, Klemperer ya se dio cuenta de que el nazismo hacía a través del retorcimiento del lenguaje, el trabajo de acomodar las mentes a la no-percepción de lo real. Su máxima expresión no llegó a conocerla el mismo Klemperer, y no consta en sus diarios, como fue el término "solución final", eufemismo de asesinato en masa, de genocidio. Sin llegar a estos extremos, la democracia enferma que padecemos, exige un lenguaje torticero para no llamar las cosas por su nombre. Será momento para comenzar a hacer un diccionario, que irá avanzando según la falta de sinceridad vaya recibiendo aportes electorales.

Comenzamos con "zumbar". Palabras del "blando" Erkoreka sobre las próximas intenciones de ETA. No utiliza, matar, aterrorizar, amedrentar...Nos amenaza con que "ETA va a zumbar", como los gamberretes de la calle, como los moscardones veraniegos. No vaya a ser que diga la verdad de lo que va a hacer y se enfaden los zumbones con los padres de la patria vasca, tal y como la defiende otro "blando", Urkullu. El próximo asesinato, la próxima bomba, no será tal, sólo el resultado del "zumbar" que nos propone el procer. El espectáculo último de Mondragón, donde seguirá como alcaldesa la que se niega a condenar el asesinato de un exconcejal, es el corolario de cuantas veces los políticos vascos han dejado de llamar lo que sucede por su nombre y han dejado de ver la realidad tal cual es.

"Transferencia discontínua de agua" pero no trasvase para hablar de trasvase en la cesión de agua a Barcelona. Cualquier retorcimiento del lenguaje para no decir "perdón...me equivoqué....ellos tenían razón". No es la primera: lo vimos con el "proceso de paz", con la "desaceleración económica" como sucesos todavía en la memoria inmediata. Seguiremos tomando nota.

Coda: el Gobierno de Aragón no dirá esta boca es mía hasta que los juristas le digan si es o no es un trasvase. Napoleón."si quieres resolver un problema, encárgaselo a un hombre; sino quieres resolverlo, nombra una comisión". La vía jurista en un país de justicia tortuga, nos obliga al silencio hasta las lluvias de otoño.

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