domingo, 8 de abril de 2012

EL CULO Y LAS TÉMPORAS

Posiblemente sea cierto que tenemos los políticos que nos merecemos. Arruinar la esperanza que significó la Transición ha sido un trabajo compartido entre una clase política perfectamente prescindible y una ciudadanía que ha preferido vivir como súbditos en el pan y circo de un estado en pendiente. El afán nacionalista, llevado al localismo mas consuetidanario, nos lleva a un estado imposible pero del que nadie es capaz de prescindir y ni tan siquiera se permite la crítica más allá del ejercicio retórico, y por tanto inútil.
El confundir clase política catalana con los catalanes, o vasca con los vascos, u oscense con los oscenses,ha sido el fluir diario que nos ha llevado al marasmo actual, del cual solo se puede salir por muerte o inundación como Bogart en "La reina de África". El último ejemplo, paradigma de la impostura en la que vivimos, es la crítica pro domo sua que hace Sarkosy del devenir hispano tras el paso del atila zapaterino. Inmeditamente no solo las "valencianos" se envuelven en la rojigualda exigiendo protestas del Gobierno y si es necesario retirada de embajadores, sino que eso que en cursi se llaman sus terminales mediáticos ( me castigo oyendo Radio Nacional ), hacen justamente eso que los nacionalistas, los localistas, los caciques, los amigos de la horda, han sabido hacer muy bien:convertir el justificado ataque a un tipo de política a una confrontación con todo un pueblo, asegurándose además que la antipatía que sentimos por napoleoncito ( y la envidia por la Bruni ), ciegue los escasos canales del raciocinio que le quedan a una opinión pública centrada en su espléndido sectarismo. Confundir el culo con las témporas se llamaba eso en román paladino. Campanudo romanceo político en nuestros tiempos, propio para abrir telediarios y recordar las alzas del presidente francés. ¡Ay!.

2 comentarios:

Espartaco dijo...

Bueno, como con el caso de las reacciones al tema REPSOL.

miguel angel de uña dijo...

Estimado Espartaco. Por una vez estoy casi de acuerdo, al haber hecho esa generalización REPSOL-españoles. Pero también me parece nada presentable lo hecho por el Gobierno argentino, no con totalidad de YPF - hubiera tenido un pase -, sino con el 51% de REPSOL. Populismo en su peor acepción. Saludos