EL SASTRECILLO VALIENTE Y EL COMPAÑERO DE VIAJE

La banda que cruzaba el pecho del sastrecillo valiente, estaba bordada con el lema "siete de un golpe". Cualquiera que lo viera, nunca pensaría que el sastrecillo presumía de haber matado siete moscas de un solo golpe de matamoscas. El cuento termina bien para el sastrecillo que sabe como enfrentarse al gigante y recibe el premio esperado: se casa con la princesa. "Siete de un golpe" será la banda que para 11 años lleve bordada en la toga, que solo podrá ponerse en la intimidad,el superjuez, el megaestrella de los jueces,condenado por unanimidad de siete jueces de los que desgraciadamente conocemos su espectro político, así es la Justicia en este desdichado país. Unanimidad, una palabra maldita en todos y cada uno de los procesos "políticos" que se han vivido en esta cada vez mas deshilachada piel de toro. Imagino que sí el recurso del superjuez llega a Estrasburgo cabe la posibilidad de una sorpresa. Los ecos de la Leyenda Negra siguen pesando en el imaginario de las clases cultas europeas. Suena mal, es políticamente incorrecto, pero lo digo como lo pienso. Y solo me ha faltado el editorial del NYT para entender que el insomne e hiperactivo superjuez cuenta con un lobby en el exterior de suficiente entidad como para torcer la mano a la unanimidad del Tribunal Supremo.
En este caso el sastrecillo valiente no puede casarse con la princesa. seguirá haciendo bolos por las pseudodemocracias americanas - "dime con quien andas..."- y logrará llenar su faltriquera tan carente de ética como de estética, acusado como está de "cohecho impropio" con una forma de actuar, que el NYT pondría a los pies de los caballos de haberla protagonizado cualquier congresista USA de tercera división. Aunque después de lo de Clinton, haciendo de una fellatio una conducta no sexual, me creo cualquier cosa de la justicia yanqui. A pesar del respeto que me ha producido la sentencia del Odissey, parecida a la que puede esperarse aquí sobre los "bienes de la Franja".
Pero el sastrecillo valiente y escaldado por los siete jueces del Supremo, ha encontrado una princesa en forma de "compañero de viaje". Sabemos cual fue el quehacer de Willy Münzenberg en los amargos años treinta, con su papel de buscar "compañeros de viaje" en la conformación de los Frentes Populares y en apoyo indiscriminado a la URSS estalinista, a pesar de conocer sus crímenes. Hasta que intuyó que había caído en desgracia, y se negó a volver a la URSS, fueron muchos los intelectuales, políticos, científicos que ficharon en la nómima de "compañeros de viaje" del "Grupo Müzenberg". En este caso el superjuez ha encontrado, se ha topado sin remisión, con un compañero de viaje que quiere serlo al precio que sea. La principal organización dizque de izquierdas de este país, Izquierda Unida, ha decidido se ciega, sorda y muda ante los encantos del superjuez, una historia de amor que empequeñece los éxitos del sastrecillo valiente con la princesa del cuento. El árbol del juicio "contra el franquismo", no le deja ver el bosque del "querido Emilio" que acaba firmando como Juez de la Audiencia Nacional, no como "Baltasar". No puede pasarse del tuteo en la primera línea, a la demostración curricular en la despedida, sin que algo mas que el inconsciente haya protagonizado el cambio de status. Pero la princesa IU está enceguecida con el hombre de la luz que nunca se apaga, y está dispuesta a pagarle el recibo, sea el que sea. Pensé que era un delirio de Pedro J., pero cada día que pasa, cada palabra de Cayo Lara,empeñado en ser el Lenin manchego, pesan mas en el sentido de que el superjuez será algo en la lista electoral de IU en 2015, si llegamos a esa venturosa fecha como país. D. Baltasar ha conseguido no ser el compañero de viaje de IU, sino hacer de IU su compañero de viaje. Se me ocurre pensar que en mis tiempos universitarios en el PCE, también denominábamos a algunos compañeros de viaje, "tontos útiles". Pobre IU, apoyada en patas como el mèntécátó aragonés, y el pavo real Baltasar.