EL ÁRBOL Y EL BOSQUE
Las elecciones catalanas significan el fin del Tripartito. “Muerto el perro...”. Casi todos contentos, porque advertimos que es la segundo trompetazo de la caída del Jericó zapateresco. Y de paso, la historia barre la hojarasca de los carod, de los tardá, de los exquisitos saura, de los aparitchiki montilla. El pan con tomate será obligatorio en los bufets hoteleros, pero los sujetos que legislaron sobre ello son pasto de las viñetas de “El Jueves”. Sí siguen, hubieran acabado legislando sobre la forma catalana de utilizar el papel higiénico. Casi todos contentos, centrada la mirada en la caída del árbol del tripartito, imposible de reconstruir después de siete años de deriva disparatada.
Pero detrás de ese árbol que cae, se levanta el bosque de una CIU que recibe al rey Arturo con gritos de independencia. La prensa de “Madrid”, se hace la boca agua hablando de que el poder, “centrará” el discurso de los nacionalistas de derecha, y que el “constatado” pragmatismo de la burguesía catalana tiene más que perder que ganar en la dinámica de una hipotética independencia. Ojalá sean ciertos estos deseos, porque lo que se advierte es la continuidad de un discurso cada vez más radicalizado en la deriva nacionalista de CIU, en el cual el Sr. Mas se siente cada vez mas cómodo. Ningún paso atrás en la política lingüística, educativa, en la imposición de la lengua catalana por encima de los derechos de los individuos enmarcada en la Constitución de 1978. Exigencias respecto a un nuevo pacto económico con el Estado, irrenunciable paso que nos lleva un concepto confederal de Estado que tampoco será aceptado por CIU, empeñada en una singularidad que está en el ADN de cualquier grupo nacionalista que se precie, por irracional que sea en un mundo global y con los cambios sociológicos acaecidos desde el inicio de la revolución industrial. Después... solo queda la deriva que lleva a la independencia y Artur Mas me parece el hombre imbuido de suficiente destino histórico como para encabezar los sueños de todos los Oriol Pujol que cuajan sus filas.
Sueños favorecidos por el empobrecimiento general de toda una sociedad, con la facilidad de mentir sobre la propia responsabilidad en esa ruina, con la facilidad de proyectar culpas sobre una “Castilla”, un “Madrid” que solo pervive en el imaginario de quien ha decidido no pasar en los libros de Historia del Siglo XVII, reinventando siempre una sociedad idílica que nunca existió, una Arcadia que esconda las miserias patrias. La pervivencia de una crisis económica que está erosionando de forma progresiva la renta nacional, es el mejor aliado de los planteamientos nacionalistas.
El pragmatismo, el centrismo que se supone hará de Artus Mas una aliado de un proyecto no rupturista, me recuerda a los deseos expresados por los grandes industriales y financieros alemanes, cuando en 1933 auparon a Hitler a la Cancillería, decididos a “domarlo” una vez vestido de púrpura. Al final todo estaba en “Mein Kampf”. Como temo, que todo esté en los discursos de Artur Mas, aunque no queramos verlo en estos tiempos de tribulación, donde es mas fácil fijar la vista en el árbol que cae, que en el amenazante bosque de se levanta detrás
6 comentarios:
¿Qué prefiere usted, a la izquierda nominal en el poder o a la derecha nacionalista? parece ser que se preguntaban unos a otros los conservadores madrileños, murcianos, aragoneses...
La respuesta está clara, a la izquierda ni tan siquiera de nombre.
La alegría al triunfo de la derecha nacionalista es una respuesta lógica, un tic de clase.
Estimado Espartaco: perfecto lo de izquierda nominal. Carod, internacionalista, firmando que maten en cualquier parte menos en Cataluña; ¿qué decir de Saura, el izquierdista exquisito?. Perfecto en el papel de la anécdota de Sorge:"todo por el proletariado, menos sentarlo a mi mesa". ¿Montilla?, un correcto charnego desclasado que al final ha tenido su merecido. Coincido con su criterio de la mayor parte de la derecha respecto al triunfo de CIU. Pero en la Escuela Nacional, antes de 1960, aprendí aquella lapidaria frase de Calvo Sotelo:"antes una España roja, que una España rota". Hay derechas y derechas. Espero que capte la ironía y no me tache de cripto o protofascista. Un saludo.
Digo, decimos, bien, izquierda nominal: ni lo es de facto Carod, ni el exquisito Saura (perfecto pijoprogre) ni por supuesto el extranjero Montilla (sólo por lo de charnego me cae mejor, ya se sabe, me gusta eso de ser moro, maricón, puta y en este caso charnego)
¿Acaso hicieron políticas de izquierdas? ¿Sí? ¿Cuáles?
No, no me refiero a eso, el Tripartito defendió perfectamente los intereses de la burguesía catalana y de eso que se da en llamar "clases medias" (visión equivocada que tienen de sí mismos los trabajadores que tienen vacaciones pagadas y una hipoteca).
No, ello no eran izquierda, bueno, tan sólo de nombre, pero ni de nombre gusta a la derechona.
Y es que la derecha nacional sabe que la derecha catalana es lo bastante inteligente como para se demagoga con las banderas pero no romper el chiringuito, por eso prefieren a "uno de los suyos"
Espartaco. ¿Burguesía catalana?. ¿CIU como su elección primera?
Datos del Bajo Llobregat CIU 32%
PP 14%
PSC 24%
IC 9%
Datos de Martorell, ciudad paradigma del cinturón industrial
CIU 36%
PSC 20%
Una ciudad "obrera" que conozco bien, Barberá del Valles, menos que un empate
CIU 28.6%
PP 16
PSC 24
IC 16
Ciudadanos por encima del 5%
Tal vez es el momento de que nuestros clichés, dejen de funcionar.
Un saludo
Sí, debemos redefinir los conceptos, burguesía y trabajadores, clases medias... sí, y no hacerlo bajo clichés.
Pero ¿qué clichés? ¿Los que se presupone tiene la izquierda moderna de hoy? ¿Los clichés que tiene la ideología dominante? ¿Los clichés de la socialdemocracia?
Huelo un tufillo de falsa modernidad en la respuesta, lo moderno es no hablar de clases sociales, lo moderno son otras categorías sociológicas como los homosexuales, las minorías raciales, los grupos de edad... y claro, los grupos territoriales, es decir, los nacionalismos.
Tenga mucho ojo con sus conceptos teóricos que derivan en cosas muy cachondas como puede ver.
Otra cosa distinta es ese viejo concepto que seguro le sonará de clase en sí y clase para sí. Le invito a que continúe leyendo cómo ha evolucionado esa idea en la izquierda del siglo XXI y es posible que allí encuentre referencias intelectuales sólidas.
En todo caso no afecta el resultado de los elecciones ya que insisto que para mi no hay diferencias entre Tripartito y CiU aunque usted cree que sí.
¿Son galgos o podencos los que espantan a los inversores?
¡Nos han florido bien estos socialistos!
No acabo de acostumbrarme al azul del blog.Es que soy muy tradicional; me cuestan los cambios.
UN saludo.¡Que sepais que os sigo leyendo!
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