lunes, 15 de noviembre de 2010

BEGIN TO BEGIN

Decíamos ayer que "cuando las barbas de tu vecino...." Irlanda está a punto de ser rapada y a Portugal le queda el suspiro de un fado para tener que recurrir al fondo de rescate. Nos quedamos sin barricadas, solo con las admoniciones del MAFO haciéndonos creer que en este país existe un celemín de sentido común, antes de asomarnos al abismo: retraso en el cobro de las pensiones, más congelación de la inversión pública,más impuestos. En fin lo obvio, mas pobreza repartida entre los de siempre, de la clase media para abajo, todos culpables. La izquierda oficial, la que se jacta en los mítines presentes y venideros de serlo, carga sobre el contribuyente y no sobre los bancos, el coste de la deuda como pretendía la derechista y cavernícola Merkel ( por proclamar la primacia de los valores cristianos sobre los musulmanes, lo digo ).

Decíamos ayer que el nacionalismo es el camino mas corto hacia la mentecatez. Puigcercós es un hito, pero no dejo de acordarme de las palabras de Montilla, tan remilgado él con su aspecto de estar de eterna primera comunión: "soy catalán y catalanista; español pero no españolista..". Ser catalanista es políticamente correcto, muestra de mesura, de equilibrio... ser españolista es caduco, rancio, franquista. Un pelo de la barba de Wifredo el Belloso, vale más que todo el aditamente piloso del Cid. ¡ Solo faltaría !. Azaña fue españolista, y Negrín, y Prieto, y Zogazagotía... por no hablar mas que de sujetos que Montilla piensa que eran de su cuerda, aunque ellos seguramente se sentirían bastante avergonzados de su compañía.

Decíamos ayer que la ética es un bien escaso. Como el agua en el Sahara. Como la información que permite el Gobierno de Marruecos. Como la que quiere digerir la casta dirigente del PSOE.

Decíamos ayer.... volver a empezar, porque merece la pena seguir discutiendo y mantener cordones umbilicales que nos hagan más sinceros, más libres.

1 comentario:

Espartaco dijo...

Me alegro profundamente de que continúe con el blog. Seguiremos discutiendo y eso siempre es un aliciente intelectual.