domingo, 13 de diciembre de 2009

13 D versus 6 D

"13 de Diciembre versus 6 de Diciembre"

Para algunos el 13 de Diciembre es el día de la risa, de la charlotada de un catalanismo ávido de protagonismo, encabezado por sujetos como LAPORTA o SALA i MARTÍ, que pueden ser muy listos en lo suyo, pero no por ello dejan de ser mentecatos en otras áreas, enfermos de un narcisismo digno de un psicoanálisis interminable. Docenas de ayuntamientos catalanes y entre ellos, Gerona, lanzan el órdago del “pleibiscito” soberanista, con la bendición de ERC y de una CIU cada vez más carente de seny, y con la cada vez más frecuente ( no se nos olvide), tolerancia del PSC y por extensión del PSOE.
Para sus promotores, será el segundo jalón tras Arenys de Munt, que lleve a ese pleibiscito “quebecois” de 2014 para desgajar Cataluña de una España, llena de cazurros que ha dicho el inefable SALA i MARTÍ, tan gran economista como pésimo ciudadano. La boutade de CAROD, comienza a ser asumida por aquellos que la consideraron una tronada más del hijo del guardia civil, pero que se han subido a lomos del burro catalán para que no les llamen antipatriotas.
Creo que es el momento de dejar la risa al lado, y recordar anécdotas históricas como la llegada de la Segunda República tras unas elecciones municipales, perdidas por los republicanos, que supieron aprovechar el desarme ideológico de un régimen que se había ahorcado a sí mismo conculcando la legalidad. Algo muy similar a lo que está ocurriendo de forma paulatina en este país, donde la Constitución de 1978 comienza a ser desmantelada por el propio poder que dice defenderla, y cuya autoridad dimana del mandato constitucional. Desde los símbolos, importantes justamente por serlos, hasta el fondo, roto en el doble poder que se ha instaurado gracias a un sistema autonómico que nos hace temer el naufragio como Estado viable. La actual situación de “rebeldía” de algunas Comunidades Autónomas ante sentencias de los tribunales, por altos que éstos sean, nos lleva a recordar aquella respuesta tan hispana de los tiempos del débil Estado tardomedieval: “la orden del rey se acata, pero no se cumple”. En esa deriva estamos, y no parece que el autonominado capitán del barco, se percate de su gravedad, tal vez porque la encuentra lógica a sus propios criterios ideológicos, basados en el pensamiento “débil”, que a veces parece inane. Se defiende un Estado lábil, delicuescente, siempre y cuando sea el español y no los remedos soberanistas que se perfilan en las autonomías, ante las que se muestra la máxima tolerancia, aún cuando en ocasiones tienen comportamientos cercanos al totalitarismo con aquellos que se les oponen.
El “pleibiscito” del día 13 de Diciembre, con todo lo que tiene de feria, no puede dejar de ser un toque de atención para todos aquellos que defendemos la Constitución de 1978 como un marco regulador válido para la convivencia y los deseos de autogobierno. Mientras el pleibicisto del día 13 divide, enfrenta, la Constitución une y suma, siempre y cuando se sea leal a su espíritu. Existe desde mi punto de vista una necesidad de reforma de aquellos aspectos que han mostrado su disfuncionalidad en estos años de andadura. Desde una Ley Electoral hecha a la medida de quienes no son leales a la Constitución, y que de paso ha propiciado la creación de una casta política en cuya dinámica se incardina con facilidad la corrupción, hasta una organización autonómica que se ha convertido por arte de la debilidad de la aritmética parlamentaria en el patio de monipodio, aunque se intente dignificar el calificativo con el de “geometría variable”, vestidura apenas presentable para tapar las vergüenzas de un compadreo antidemocrático cada vez mas desmotivador para el ciudadano. Sin olvidar la Justicia, tan manoseada por unos partidos políticos que no dejan de mediatizarla, como vemos con el escandaloso retraso de Tribunal Constitucional en elaborar una sentencia creíble sobre el Estatuto de Cataluña.
España, como Estado, no es un dogma, ni un yugo al que necesariamente tengan que uncirse sus ciudadanos. Pero con todas sus insuficiencias, se ha demostrado en estos últimos treinta años, un marco de libertad, de democracia, de crecimiento económico, de oportunidades, suficiente para que nadie se sienta ajeno al proyecto común de un país, que sin triunfalismos y sobre todo sin mentiras históricas es uno de los más viejos del mundo. En este momento por encima de las gestas pasadas, si es que lo fueron, nos une un idioma común, una mezcla de sangre de siglos, y no hace demasiado tiempo el deseo de ser libres sin más limitación que la que marca la ley de la que es garante la Constitución de 1978. Ese entramado comienza a derruirse con el afianzamiento de los particularismos, que en algunos casos llegan hasta la obsesión identitaria, sin importarles la lesión a la libertad de otros ciudadanos. En este momento, esa es la elección que se nos plantea: plebiscitos para separar y de paso para laminar libertades, o Constitución de 1978 reformada en aquellos aspectos que le han dado un aspecto envejecido en solo treinta años de vida. Creo llegado el momento de apostar decididamente por la segunda de las elecciones, garantía de libertad para todos los ciudadanos de esta vieja piel de toro, que no quieren verse sometidos cada generación a la convulsión y al desgarro, por muy pacífico y antiviolento que se nos oferte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"enfermos de un narcisismo digno de un psicoanálisis interminable". Bueno, no creo que nada merezca tal castigo (castigo y no cura, ya que está demostrado que su eficacia terapéutica es nula). Y, para narcisismos superlativos, el suyo, Sr. de Uña, el suyo.

Yo creo que la postura de quienes no quieren ser españoles es respetable. Y ustedes les dan alas cuando les descalifican sólo por no querer ser españoles.

Pero claro, qué sería de upd sin ellos... a falta de propuestas en positivo, necesitan ustedes vivir de la crítica y de la negatividad para que parezca que tienen algo que ofrecer.

Anónimo dijo...

Excelente la puesta en escena de la foto de Rosa Díez que hoy publican los diarios. Ella, con esa carita de vírgen y mártir, posando con un dibujo, sencillo a la par que elegante, de la activista saharaui. Mi enhorabuena a los asesores de imagen de upd.

Hace falta ser muy, muy miserable, y tener muy pocos escrúpulos morales, para sacar tajada de una manera tan desvergonzada de una situación así.