miércoles, 5 de agosto de 2009

EL EJEMPLO CAMPS

Algunos historiadores están dispuestos a poner todos los males de España en la Contrarreforma. Sí hasta entonces el problema de la apariencia era importante para cualquier sujeto que transitara aquella España, a partir de ese momento, la apariencia lo es todo. El estuco se dora en busca de una apariencia de riqueza que queda en la superficie, tapando la pobreza del material de fondo. La clase política de entonces, vive de la prestancia que denuncia Cervantes en aquel poema que habla,para reírse, del túmulo levantado a la muerte de Felipe II. Así ha sido generación tras generación, para desgracia de nuestra común historia. Y la ya no tan joven democracia, no ha logrado romper con ese sistema de apariencia que precisa el poder para hacerse creíble a sí mismo y ante un pueblo, que olvida con frecuencia el ejemplo nefasto de nuestros políticos. El sectarismo que nos envuelve, hace que cuando se denuncia un exceso por parte de un partido, se conteste con el ejemplo del otro, o con lo que haría el otro. El ejemplo Camps, sin entrar en el estricto tema de los trajes de marras, es el ejemplo Benach en el palco del Barcelona un partido sí y otro también, el de Bono en el palco del Bernabeu, el de todos los políticos en la barrera de las plazas de toros, en cualquier munícipe mindundi subido al coche oficial directamente desde la nada, y por ello, aferrado a no dejar el asiento a nadie, elección tras elección, dos, tres décadas en el poder, animado por los aplausos enfervorizados del personal, tan contento de sentir que uno de los suyos haya llegado tan "alto". El ejemplo Camps es la moribundia democrática que un día sí y otro también, tenemos la obligación de denunciar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas, soy "el tocapelotas".
La democracia en España es joven, pero el país es viejo. Uno de los más viejos de Europa.
La corrupción es consustancial a la cultura española. Lo preocupante no es que se suceda, eso puede pasar en cualquier país, lo preocupante es que se tolere y se comprenda por parte de muchos, tantos o más como masivamente votaron al PP en las últimas elecciones.
Y de la resuloción del tribunal de justicia valenciano para qué hablar, me parece todavía más grave que lo de Camps. Esperemos que el asunto no termine aquí y que el tribunal supremo ponga a estos jueces (insisto, es mucho peor lo de los jueces que lo de Camps) en su sitio.
Y, hablando del tema que me trae por aquí, ¿qué pasa con "el bambas"? ¿Para cuándo el anuncio de su ingreso en upd, para el congreso?
Un saludo.

Anónimo dijo...

Le ha quedado muy fino, sí. Pero a mi me parece que este tipo de análisis no sirve nada más que para que muchos digan 'todos son iguales'. Yo no lo creo.