Muchos meses sin atribuir a nadie la acepción de mentecato que nos da el Casares. No es por falta de candidatos, nuestros políticos, dirigentes empresariales y sindicales, nuestros intelectuales de la violeta.... todo el variopinto grupo de desgraciados VIPs de este país, da para hacer una columna diaria con un nuevo y redomado mentecato, tan ávido por lo general de soltar cualquier sandez cuando le ponen una alcachofa delante.
Urkullu tiene pinta de "pijo", con su bronceado y su fred perry. Seguro que tiene el currículum de "pijo" bilbaíno, pasado en algún momento por las campiñas de Oxford. Parecía un mirlo blanco al lado del agreste Ibarreche. Poco a poco, declaración a declaración, alcachofa a alcachofa, romería a romería, hemos descubierto que Sabino sigue vivo, trasmutándose en cada autoridad del PNV. Y no es que precisamente Sabino fuera muy listo. Urkullu, que ya había conseguido varias nominaciones a mentecato, lo borda hoy con la "delicadeza" que exige para tratar el tema de las fotos y homenajes a terroristas en las Vascongadas. Exige "delicadeza", la misma expresión que utilizaría para hablar del punto de cocción de un besugo en un asador de Guetaria, o de la textura de una "mamía". Y éste es el cabeza, al que aplauden y jalean sus huestes. Y no olvidar que es el preferido de Odón Elorza como pareja de un baile que no ha hecho más que comenzar.
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