miércoles, 8 de abril de 2009

¡ES LA PROPAGANDA, ESTÚPIDO!

Dado que el Presidente del Gobierno nos ha dado permiso para parafrasear, después de sus alabanzas al Emperador, hay que poner el reciente recambio de ministros en la paráfrasis de que no es la economía lo que importa, sino la propaganda, aprovechando la frase de un Emperador anterior, un poco menos querido que el actual, pero tan adicto a la propaganda como él. Volvamos a la crisis de gobierno. La propaganda que vendrá a través de la farándula, ya entregada, pero a partir de este momento, rendida a sus pies; la propaganda que vendrá a través de esa finta de maestro que ha significado poner el deporte nacional en la órbita monclovita. Sí no llegamos a la final del Mundial de Sudáfrica, ¿quién se acordará de ese vínculo para culpar a ZP del fracaso?. Pero ¡ ay si llegamos a la final !. Habrá sido su optimismo antropológico el que habrá metido el balón que nos haya dado el triunfo. Y en ese momento ¿ cuánto queda para las elecciones ?. Y así como cada uno de los deportes de élite que se les ocurra. Su baraka hace que hasta tengamos un posible delfín natatorio que se ha colocado a punto de record mundial, lo que hará que el complejo monclovita un nuevo reino de Poseidón. La Vicepresidenta económica, sacará el látigo a que le obliga su rigidez germánica ( a menos esa es su pose ), pero eso no vende en los medios. El hermano de Gabilondo- ¡vaya cruz ser hermano de su hermano!, no parece precisamente la alegría de la huerta. La ministra de Sanidad, con todas las transferencias hechas, deambulará por un ministerio sin competencias, pero estará contenta mirando su cartera de cuero negro y letras doradas. Lo de Pepiño y lo de Chaves, es la vuelta de tuerca de un gabinete que gira del partidismo al sectarismo, sin solución de continuidad. Una maldición de todos los partidos políticos españoles como vemos en la actidud de Rajoy con su imposible tesorero.

"Conquistar el futuro" o algo así, es la frase huera de un ZP encantado de haber hecho una crisis de Gobierno tan bochornosa, para justificar los cambios. Más Ministerios, más Subsecretarios, Directores Generales, etc, etc, para hacer de la austeridad un principio a seguir. Lo que queda es el poso de las sonrisas netol que nos aguardan con la farándula, con los deportistas, sudando el maillot en el Tourmalet, o acariciendo la Copa del Mundo. Todo sea por una foto unos minutos antes de los telediarios. La economía, ni está ni se la espera. Porque no ¡es la economía, estúpido!, es la propaganda la que mueve las voluntades electorales de esta democracia de segunda.

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