miércoles, 13 de agosto de 2008

SE SOLTARON EL PELO

Como una catarata se siguen una tras otras las declaraciones de varios políticos catalanes. Una aclaración: siempre diré políticos catalanes, distiguiéndoles de "los catalanes". Haré mía la anécdota que se dice del habitual Bernad Sahw, cuando le preguntaron su opinión sobre los franceses. "No puedo dársela, no los conozco a todos". Montilla, Castells, los mentecatos Puig y Huguet, Saura....van pasándose el relevo, para hacer que cale la lluvia fina del expolio entre su electorado. A la vez que amenazan al cada vez mas atolondrado ZP con el fin de su baraka política, una vez que le ha abandonado la económica. El tono es cada vez mas agrio, mas hosco, mas amenazante, mas descalificador para el resto de los habitantes de la piel de toro. Las mas graves, desde mi punto de vista, las de Castells, resucitando un "Madrid" depredador y haciendo una identificación grosera entre una casta política y sus sufrientes súbditos. Pero el mensaje vende entre los menestrales ideológicos y los animadores mediáticos que viven todos del presupuesto y carecen por tanto de capacidad de crítica. No hay matices, salvo el lenguaje más o menos cuidado, entre "La Vanguardia" y el "Avui". El expolio es objetivo y no hay nada mas que hablar, solo pagar por ello. Algunos analistas políticos hablan de un gesto a la galería ante la posibilidad de elecciones anticipadas. Una vez mas es no querer enterarse de hasta que punto, la casta política catalana ha acabado creyendo sus propias mentiras, de como el síndrome de Munchausen se ha extendido entre buena parte de la sociedad catalana, privando de posibilidades racionales la discusión, tiñéndolo todo de una malsana emocionalidad.

Lo verdaderamente triste de todo este conflicto, es que esté protagonizado por presuntas gentes de izquierda, apoyados por gente que se dice de izquierda. Nuevamente advertimos la perversidad que tienen las etiquetas, los encasillamientos acríticos. La cascada de manifestaciones de los políticos del Tripartito, tendría que ser una eficaz vacuna para los votantes que se dicen de izquierda, dentro de Cataluña y fuera de ella. Sobre todo cuando ante las manifestaciones - lógicas - de Barreda, de Marcelino Iglesias, de Bono... los votantes socialistas deberían de preguntarse donde estaban estos señores cuando se votaba el Estatut, y se llamaba poco menos que fascistas a los que nos oponíamos a él.

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