lunes, 12 de abril de 2010

OBITUARIOS

Es habitual que un obituario conlleve resaltar las virtudes del fallecido y una ocultación de sus defectos. La caridad cristiana así lo exige, la necesidad mágica de congraciarse con los muertos para que no nos demanden desde el más allá lo hace obligado. Esto se ha producido siguiendo el ritual en el caso del fallecido presidente polaco Kaczynski, del que un día antes europeístas y rusos echaban pestes, y no hay nada mejor que la muerte para echar pelillos a la mar, y recordar al gemelo del gemelo como uno de los adalides de Solidaridad, aquel sindicato que rezaba antes de colocar las barricadas, para escándalo de quienes entendíamos que la religión es el opio del pueblo.

En esta ocasión el obituario de Kaczcinsky se ha acompañado de un panegírico de la misma Polonia, nación con buena prensa donde las haya. Mártir, oprimida. insobornable, patriota, trágica, etc, etc hasta terminar prácticamente con los adjetivos. Como digo hay naciones libres de toda sospecha, sobre todo si los románticos franceses la han ahijado, y lo hicieron con Polonia tal vez por la belleza de sus lanceros acompañando a su admirado dictador corso.¡Ay, aquel asalto que abrió Somosierra, cuyo nombre, impronunciable para un francés, decora uno de los costados interiores del Arco del Triunfo parisino!. No opinan lo mismo los ucranianos, los rutenos, los checos, los alemanes de la línea Oder - Neisse y de la Prusia Oriental, lo propios rusos, aquellos civiles españoles de la Guerra de la Independencia que hacían picadillo al polaco caído en sus manos.

De la ya lejana historia de Polonia,la escasa simpatía que los súbditos de la aristocracia polaco-lituana, ucranianos, bielorrusos, rutenos...que vivieron como una liberación la del imperio de los zares, que ya es decir. Habría que releer Taras Bulba. Pero no vayamos tan lejos. Nadie quiere recordar que Polonia participó en la destrucción de Checoeslovaquia por Hitler, su posterior verdugo. Le vino bien la actuación piratesca del alemán para tomar parte en la rebatiña de un distrito minero que la Paz de Versalles había dado a los checos. Solo un poco más de un año mas tarde, les tocó pagar el pato de la pereza mental y física de los Estados Mayores de su protectoras Francia y Inglaterra. Es curioso ver como las soflamas del ejército polaco días antes de la conflagración, se comparaban con ventaja con el ejército alemán. Y no parece que fuera mero patrioterismo, se lo creían. Por ello no me extrañaría que Kaczynski "obligara" al piloto a aterrizar en Esmolensko, siguiendo la estela de tanto polaco "contra la razón", donde seguro bebió el extinto presidente. Tampoco se quiere recordar el silencio de los polacos ( no muy diferente al de los países bálticos, Rumanía, Hungría, muchos, muchos franceses ) ante la eliminación de los judíos por parte de los nazis. Un hiperpatriota polaco, el príncipe Radzywill, mostraba su asco ante la la actitud de sus soldados, presos de los nazis, viendo ejecutar judíos. "El pianista" nos muestra una parte de la realidad, pero no toda la realidad, más loable todavía para los polacos que ayudaron a los judios. Los judíos huídos a los bosques, aquella ruptura de las alambradas de Treblinka, acabaron perdiendo su vida - muchso de ellos - en manos de los guerrileros polacos, tras escapar del atroz destino de los hornos crematorios. Muchos polacos, sintieron que los nazis les quitaban de encima el problema que les habían traído los zares, con tanto judio obligado a vivir en lo que tras 1921 se consituyó en estado polaco, una vez derrotados los soviéticos en aquella extraña guerra, que hizo de Varsovia el parangón de la Viena del segundo sitio turco. Y también hay que volver a leer a Babel. Kattyn fue entre otras cosas la venganza personal de Stalin por aquella derrota de la que Tujachesky y Trosky le responsabilizaron, acusación que les costo la vida.

Polonia es heroísmo sin límite buscando su libertad, su lugar en el mundo como nación. Sus levantamientos en el XIX, "en Varsovia reina la paz" de aquel brutal general ruso, los miles de deprotados a Siberia, el levantamiento de Varsovia en 1944...mucha sinrazón y demasiado corazón entre países demasiado poderosos y a pesar de ello, la lucha insobornable por seguir siendo pueblo, lengua, historia, cultura. Pero es también todo lo anterior. Hoy, una nación con buena prensa, un Israel europeo, ellos que tanto odiaron a sus judíos y que también se han considerado un pueblo elegido.Los obituarios tienen eso, la capacidad de olvido sobre las sombras de un personaje o de un pueblo.

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