miércoles, 23 de septiembre de 2009

UNO DE LOS NUESTROS

Seguramente todos recordamos la "peli" de Scorsese. Estos días sigo con interés en la prensa catalana la "saga Millet", el presunto y autoreconocido ladrón de más de 3 millones de euros ( en lo que conocemos ), desde su reputado puesto de mandamás en el "cor" del catalanismo, el Palau de la Música. Conocemos que ya desde el año 2003 existía evidencia mas que notorias del latrocinio. Pero nada se hizo, ni desde el poder, ni desde la oposición, ni desde ese adormecido cuarto poder que es la prensa catalana, cada día mas amnésica de su papel social por decirlo en plan fino. Millet era uno de los nuestros, burgués pero políticamente correcto; de los barrios altos de Barcelona pero subido a la colla progre que hace del catalanismo el factor número uno y casi único, de reconocimiento social y político. Ha sido preciso que sea tan notorio el robo, que no haya quedado más remedio que decir que Millet es un ladrón. Pero lo que destila la prensa de Barcelona, lo que dicen sotto voce los que no quieren identificarse, es la sorpresa. Pero me temo que el asombro no es tanto hacia el hecho en sí, que uno de los suyos, de los de toda la vida, haya podido robar, sino que haya podido ser pillado de forma tan flagrante.

Porque hoy, la prensa catalana se hace eco del escándalo de los "informes". Docenas de informes encargados por el Gobierno catalán sin valor alguno; muchos risibles en su justificación; otros muchos pudiendo ser realizados por funcionarios adscritos al departamento correpondiente. Pero todos ellos sin concurso, buscando los entresijos de la ley para dárselos a los amiguetes, "hecha la ley...". Mucho escándalo, como aquel famoso del 3 por ciento que casi cuesta el dichoso Estatuto, pero ninguna nuez. Cierre de filas en el tripartito. No se espera ninguna dimisión. Los peticionarios de los informes y los benificiarios de los mismos, son de los nuestros. Sin solución de continuidad, desde la arboladura de un referente cultural catalán como es el Palau de la Música, hasta las sentinas del Gobern, la corrupción omnipresente. Pero no digáis nada, es hacer anticatalanismo. Ya se sabe.

No es privativo por desgracia de la casta política catalana. Los trajes de Camps, tan carentes de ética como de estética. Rajoy en la Plaza de Toros de Valencia, uno de los nuestros. Ayer, la madre infanticida de Leire Pajín, una de los nuestros, vitoreada por cien cargos públicos socialistas tras atentar contra principios básicos de la vida democrática. El intento de blindaje del concierto vasco por parte de PSE, PP y PNV, todos haciéndose uno de los nuestros, para mantener el privilegio que a otros se niega. Espero que entre muchos seamos capaces de cortar la cadena.

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