Le cuesta, pero al final acaba haciéndolo.Me refiero, como no al Presidente del Gobierno. Le ha sucedido con la política económica. Se permite un par de años de frivolidades, de negaciones, y al final, tarde y mal no le queda mas remedio que tomar las medidas que ha estado negando meses y meses. La remodelaciñon del Gobierno sigue la misma dinámica. Niega la crisis política, el plano inclinado irreparable del PSOE, hasta que un Barreda cualquiera, dice las verdades del barquero, y en un paralelo con el papel que han jugado "los mercados", hace que el Presidente cambie no un Gobierno, sino toda una línea de pensamiento político, cambiando las naderias de la cabeza teñida del "aidísmo", por las canas y las calvas del "felipismo".
Sabiendo que la batalla económica está perdida, esperando solo colocarse en el rebufo de la mejoría de otros, sólo queda la "política", que pasa ineluctablemente por el final de ETA "como sea", tal y como estamos observando en los movimientos convergentes de quienes están en la pomada del "proceso". Otra posible pata es la sabia utilización que sin falta hará ese falso Fouché de la información que tenga sobre la corrupción que afecta al PP. Tendremos que soportar la inutilidad en un ministerio sin competencias de la inefable Pajín, la sonrisa perdedora de Trini, y sobre todo la estolidez obediente de la Salgado. Pero tendremos caras adecuadas para la comunicación, contestaciones menos histéricas que las de la Vega, cansinas ya por reiterativas.
Jugadas que no mejoran la salud de la democracia, que no hacen al país mas fuerte, que no hacen que los ciudadanos sean mas felices, pero que nos entretendrán hasta las elecciones, tan lejanas como posiblemente inútiles.
3 comentarios:
cuidado con Fouche,que a la chita callando hara lo mismo que hizo con Robespierre.
Lo mas preocupante de ZP es que siempre cambia cromos y nunca llena el albúm.Seguro que la culpa la tiene la editorial,nunca saca al mercado la colecciòn completa y todos siguen comprando.
Magnífica biografía de Fouché del malogrado Stefan Zweig
Estimados contertulios. Sigo releyendo a Stefan Zweig siempre que pueda. Veo queo no es la nostalgia de la dolescencia lejana. Pero hay que ver a Rubalcaba como un Fouché de guardarropía, de farsa en aquella frase tan traída de Marx. Fouché tuvo que enfrentarse con personajes como Robespierre, como Dantón, como Saint Just...competir con sujetos de la entidad de Napoleón o Telleyrand. Con situaciones como la Revolución Francesa, el I Imperio, la Restauracion, los Cien Días, la Segunda Restauración. Morir de viejo en Trieste fue una victoria para el misacantano. Comparemos tiempos y personajes y veremos lo que de farsa tienen nuestros tiempos actuales, cuando buscamos vidas paralelas. Un saludo.
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