Es fácil hacer de profeta. Más difícil es acertar. Me equivoqué en un pasado post al elegir apelativo para Tomás Gómez. De "pobre" a pasado a "ganador" Gómez, arrasando las expectativas del aparato. Creo que ha estropeado su victoria al hacer un ditirambo de su simbólico y frustrado verdugo, como si fuera una Pajín cualquiera. Pero es demasiada osadía decir la verdad de lo que piensa en un mundo, el partido, en el que el culto a la personalidad sigue siendo la vía de oro hacía el ascenso al poder. Creo que seguir ligado en este momento a la figura de Rodríguez Zapatero es un verdadero suicidio, cuando las perspectivas económicas siguen siendo nefastas de aquí al próximo Mayo. Pero Gómez sabrá porqué no sigue con su discurso de independencia y distancia, lo que le podría proporcionar la ansiada victoria en las elecciones de mayo, apoyándose siempre en el báculo de IU y con la incógnita "transversal" de una UPyD que no acaba de encontrar su pulso en la vorágine bipartidista. ZP ha sufrido su Stalingrado en las primarias de Madrid. Diría que las elecciones de Mayo será su Kurks. Y con seguridad su hybris no le permitirá presentarse a unas elecciones sabiendo que tiene todas las papeletas para perderlas. Vuelvo al vicio de las profecías. Perdón.
Vaya papelón el del taimado Rubalcaba. Encaramado en su suficiencia, le ha pasado como a los bonaerenses de pro: se ha suicidado tirándose de su ego. Salvo que tenga un dossier sobre Gómez.
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