sábado, 17 de septiembre de 2011

¡AY PACHI !




Uno de civil, otro de uniforme. Pachi con corbata como exige el protocolo, otro sin ella, como exige el uniforme no escrito del look patriota ( no escrito, pero no por ello menos reconcible ). La actidud de Pachi menos obsequiosa que la de Chamberlain, pero al final, son las palabras las que valen. Chamberlain al bajarse del avión que le traía de Munich, agitó en su mano lo firmado con Hitler, y dijo aquello de "traigo la paz para toda una generación". Pachi, mas frío, mas distante con el mefistofélico Garitano, llora la sentencia de la Audiencia nacional contra Otegi y el hijazo de Usabiaga ( Garzón dixit ) "porque puede provocar frustración", evidentemente sobre todo en él, en los otones y los eguiguren, zapateros y rubalcabas, que son desgraciadamente mayoría entre las filas socialistas, agarrados a la paz ( sic ) con ETA como el más importante reclamo electoral de cara al 20 N.
El apaciguamiento, trajo la guerra y el deshonor como dijo Churchill. La frustración de Pachi, ¡ay Pachi!, nos traerá deshonor y sobre todo daño moral y físico a todos aquellos que no comulguen con el look patriota. El censo euskaldún que pone en marcha la Diputación de Guipúzcoa, es una señal más de hasta donde puede llevar la política del apaciguamiento. Después, que quedará_ ¿ la estrella rojigualda de seis puntas ?. También fue aceptada por Chamberlain ( o por Roosvelt que tenía sus propios judíos en los negros ) sin que se le moviera un pelo del bigote. ¡Ay Pachi!

martes, 13 de septiembre de 2011

"SPAIN......."

Desde hace tres años, cualquier mención a España por parte del Presidente de los Estados Unidos, era motivo de alborozo por parte de la clase gobernante patria. Ante la ausencia de una visita oficial del sol que coincidía en su trayectoria con el otro sol en el decir astronómico de la todavía Srta. Pajín, cualquier referencia del faro de Occidente a España, significaba el espaldarazo a una política dizque progresista y ejemplar ( en el sentido de ser motivo de seguimiento para otros ). Inclusive la visita turística de la Primera Dama fue entendida en un sentido político/social, por supuesto superando su deseo de animar a un amiga deprimida.
Pero, hete aquí , que de pronto la palabra Spain ( hay que ser justos, conjugada junto Italy), en boca del faro de todos los faros, se convierte en sierpe, motivo de mohín cuando se asimila nuestro futuro a la quiebra griega. Ahora, Obama no sabe lo que dice, y una vez más acuden al mantra del "España no es Grecia", mientras Moody's habla de las diecisiete Grecias potenciales en que se han convertido nuestras autonomías, no solo en su afán despilfarrador, sino en su no menos afanosa capacidad de mentir. Veánse las cuentas cual agujeros negros de Extremadura o Castilla La Mancha hasta que nos enteremos de las de Andalucía, si es que llegamos a saberlo, cuando cucamente Griñán coloca las elecciones andaluzas seis meses despues de las generales, esperando que el PP en el poder central, le haga la campaña de las autonómicas. "España no es Grecia" y nos reímos de la picaresca del funcionariado griego, de sus muertos pensionistas, de sus miles de centenarios, pero aquí seguimos sin cerrar el aeropuerto de Huesca, el de Lérida, el de Logroño, el de Salamanca, las embajadas catalanas o valencianas, las subvenciones a mansalva. Cuando seguimos permitiendo un número superior a tres millones de funcionarios públicos, cuando nadie quiere medir la verdadera eficacia de la función pública en hospitales, escuelas, cuando el gremio vuelve con la fuerza medieval del interés particular por encima del social. "Spain..." en boca de este Obama, suena a sueño viejo, frustración, parálisis, incapacidad para el acuerdo, brochazos de medidas sin claros objetivos. Así me suena ese "Spain...", mientras sigo oyendo a tirios y troyanos auqello de "España no es Grecia". Salvo en el Tribunal de Cuentas a la vera del Alcázar, a la sombra de todas las torres de poder que en "Spain.." han sido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

OTOÑO RECALENTADO

Como los fascículos, los cursos de inglés, la moda del Corte Inglés, el otoño siempre viene con fama de “caliente”. Desde que tengo uso de razón democrática, allá por el año 76-77, no recuerdo ningún otoño que no tuviera el apelativo de “caliente” ante el cansancio de parte de la ciudadanía agitada por unos o por otros en eso que se ha dado en llamar la rentreé política. Salvo estos años de abundancia zapaterista, de sindicatos pastueños y de masas consumistas, en los que los otoños no eran calientes ni fríos, simplemente se dedicaban a la caída de la hoja y a la pérdida cotidiana de la luz.

Pero la historia siempre es pendular, y terminada la apoteosis “comoseaísta” con la modificación constitucional, volvemos a la expectativa de un otoño caliente, ahora que el PP manda en casi todas las comunidades autónomas, en una parte sustancial de los ayuntamientos y que toca con los dedos la mayoría absoluta el próximo 20N, día de tan grato como manoseado recuerdo. El instinto reivindicativo de los sindicatos se renueva como las setas en los bosques otoñales, y la convocatoria de huelga en la enseñanza de Madrid logrará que el prestigio sindical salga tan reforzado como el de las viscosas medusas que nos amargan el baño veraniego. Tengo para mí que si Dña. Espe se pone en plan Tatcher, será difícil que la ciudadanía vea como héroes a unos profesores que se niegan a dar dos horas más de clase, en unos momentos como los que corren. Y me temo que la enseñanza de Madrid es el primer pulso sindical al nuevo poder del PP. Efectivamente nos espera un otoño caliente, en el cual los ciudadanos seremos con mas frecuencia víctimas que partícipes, peones interesados de un juego olvidado desde hace años, cuando “perro no come perro”, a pesar de que se pusieron las bases para la gazuza casi universal.

La demagogia por un lado, la necesidad de hacer de la autoridad una virtud, nos quebrará no solo la paciencia, sino también el bolsillo, ante el anunciado aumento de los impuestos directos e indirectos, que pasará mas desapercibido si la bronca se la montan al “otro” y tiene suficiente eco mediático. Avanzamos hacia el abismo con paso inquebrantable, convencidos de nuestras razones, en un abrazo que descalabrará a “hunos” ya “otros”. Sólo los nacionalistas se frotan las manos: cuánto peor le vaya al “Estado Español”, mejor les irá a ellos, demostrando a su cuota de votantes que “España” es la rémora. No nos quedan dos telediarios como país, como nación, como proyecto, pero nos queda esta legislatura. No es una profecía, es la realidad visible cada día, y que se acentuará en este otoño caliente que comienza en lo nacionalista el 11 de Septiembre, en lo cainita poder/sindicalismo en 14 de Septiembre ( primer día de convocatoria de huelga de enseñantes en Madrid), y que tendrá su apoteósica coda el 20N, con un grupo independentista y nada democrático en el Parlamento, dicho todavía español.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El triunfo del “comoseaísmo”




Rodríguez Zapatero nos deja en tres meses ( ¡ todavía ¡ ), pero no se ha ido sin dejar su impronta definitiva la tan manoseada Constitución española ( sic ), tan desvencijada, tan incumplida, tan avejentada con sus pocos mas de treinta años de vida. El todavía Presidente del Gobierno, hizo del “como sea” su filosofía, su táctica, su estrategia, la médula de su pensamiento político, interesada y esencialmente débil. Ya desde aquel “canutazo” en la conferencia sobre Oriente Medio, “llegar a un acuerdo, como sea”, nos dejó claro cual era el límite intelectual al que nos sometería durante estos siete años de mandato, siete años número de maldición bíblica a mi entender, y que difícilmente terminarán con su marcha/huída. Y así ha sido con decisiones que nos condicionarán y seguramente amargarán la vida en el próximo lustro: Estatuto de Cataluña, proceso de pacificación con ETA, reconocimiento como sujeto político democrático de BILDU, por no hablar de las innumerables leyes, decretos y modificaciones varias de preceptos económicos y laborales en estos tres últimos años.
Al final, la más gorda, con el inefable apoyo del PP, encantado de haberse conocido en la rebatiña de “yo lo dije primero”. Modificar la Constitución que es incumplida en buena parte de España, para hacer más visible la carencia del mínimo elan democrático de nuestros principales partidos políticos y de paso de la práctica totalidad del pueblo español, mas dedicado a seguir el precepto del líder que votó en dos ocasiones, ya hacer del “como sea”, la práctica básica de la vida social y política. Como sea seguir adelante, no querer ver, no querer oír, no querer decir. Ya es bastante duro salir de una riqueza impostada, para encontrarse con la rostro avejentado y destruido de un Dorian Grey que dejó su lucha por la democracia en el baúl de los recuerdos míticos.