miércoles, 27 de julio de 2011

A FALTA DE GARZÓN, BUENO ES BERMÚDEZ

Está claro que el caso Faisán es lo que es. Solo hace falta ver los esfuerzos del Gobierno y de sus jueces de cabecera para que llegue a un juzgado qué, salvo intención suicida de su responsable, haga lo que espera de él por parte de los poderes, nacional ( sic ), autonómico ( PNV ), virtual ( BILDU y ad láteres o lo contrario ). Garzón, mantuvo el caso Faisán tres años en la oscura jaula de su cajón. Ruz lo rescató. Bermúdez, "siempre listo" pretende mandarlo al norte, donde toda objetividad respecto al terrorismo es posible. Sí alguien tenía dudas respecto a lo que era el caso Faisán, a quien tapaba, el juez Bermúdez ha venido a sacarle de su error. Salvo que solo lea "El País" o "Público", oiga la "Ser" y vea la "Sexta". Entonces el caso Faisán le sonará a ornitología en su sentido prístino. Feliz de él. A los demás, comienza a ponérsenos piel de gallina. Por aquello de la peste del cadáver de Montesquieu.

martes, 26 de julio de 2011

LA MALDAD

En estos días he leído y escuchado una multitud de versiones de lo que es un psicópata para referirse a la personalidad de Anders Breivik, el asesino noruego. En la mayor parte de lo leído y escuchado, se confirma la idea de que solo la vesania, la enfermedad mental, puede explicar la conducta de un chico de buena familia, criado con las dificultades que comparten millones de chicos de las sociedades occidentales, que ven su vida familiar, su crianza, alterada por el divorcio de los padres, la ausencia de uno de ellos, la carencia de referentes familiares clásicos. Parece que necesitamos la certeza que sólo desde la enfermedad mental, puede explicarse una conducta tan desorganizada socialmente como la que ha demostrado el matarife noruego. Esa frialdad, ese convencimiento de lo “justo”, solo puede aceptarse desde el deterioro profundo de la psique humana.

Hemos desterrado en nuestro lenguaje la palabra “maldad”. Los contenidos religiosos, irracionales que connotamos en la palabra nos molestan, y preferimos refugiarnos en el juego que nos oferta la psicopatología, sobre todo la etéra DSM IV ( el manual de diagnóstico psiquiátrico elegido por la Asociación Americana de Psiquiatría ), que es capaz de acoger sobre su manto diagnóstico toda conducta que se salga de una normalidad establecida en la mente de un gran hermano psiquátrico. Pero tengo para mí, que la maldad existe, porque la percibo en mí mismo, porque en ocasiones tengo que hacer un esfuerzo para que no se manifieste, porque la quiero explicar en viejos traumas infantiles, puberales o en situaciones de estrés presentes, pero en última instancia tengo que rendirme a su única justificación: el placer que proporciona.

Hace unas semanas participaba en un seminario para MIR de Psiquiatría. Elegí de forma provocadora el título que encabeza este post, “La Maldad”. Propuse un juego, la patobiografía de un personaje sin lustre, un perdedor, un fracasado, un hombre sin grandes traumas, en todo caso integrados en lo que socialmente era aceptable en su época. Un hombre anodino, casi obligado al suicidio o a la nada, de no haber vivido en un tiempo en el que coincidió el hombre, la guerra y una sociedad “enferma”, precisa y entusiasmada ante las emociones fuertes que le propuso el personaje. Pero hasta ese momento, el sujeto carecía de entidad, de diagnóstico psicopatológico, de calificativos mas allá de los ya ofertados. En poco más de una década, sale del barro social y se convierte en Adolf Hitler, en el matón primero, y después dueño de millones y millones de vidas, hasta exterminar sin temblarle una pestaña a una docena de millones de seres, y ser el causante de la muerte de otras tres docenas gracias a su temeridad. Ya había anunciado sus propósitos en “Mein Kampf” no muy diferente en su incultura, en sus generalizaciones, en su acriticismo ramplón a las 1500 páginas paridas en el manifiesto de Anders Breivik. Cuando la maldad personal, coincide con la maldad social, es posible un Hitler, un Stalin, un Pol Pot, un Milosevic... tantos como han poblado la historia universal de la infamia. Me viene a la memoria una novela, “Las benévolas” de Jonathan Littell, una novela pretenciosa y demasiado larga, pero que tiene una páginas, las dedicadas a la matanza de Babi Yar, que deberían de ser de lectura obligada en la escuelas, para hablar, no de los personajes históricos, sino de los cómplices que permiten que lo sean, seres anónimos teñidos de maldad. En este momento, la suerte que tenemos con sujetos con Anders Breivik, es que la mayor parte de la sociedad está disociada de sus planteamientos, que el rencor no ha anidado en la mayoría de la población, y por ello Anders se convertirá en un triste preso, y no en un héroe social como fue el caso de Adolf Hitler tras su paso por el penal de Lenberg.

Con la prisión de Anders Breivick, la maldad habrá quedado cerrada en un suceso brutal pero sin continuidad, y tendremos que hacer la eterna reflexión de las sociedades abiertas sobre la necesidad de más educación, de más discusión, de mas espacios de reflexión, único remedio contra el mal, aún siendo conscientes de que tal vez nunca sea posible controlar de forma absoluta la necesidad de mal que anima la existencia de todos y cada uno de nosotros, y con la que peleamos cada día a través de reconocer la empatía, la compasión, de luchar contra el rencor y la envidia. Todo aquello de lo que carece Anders Breivick, porque ha hecho un ejercicio voluntario para desprenderse de ello, lo cual tiene poco o nada que ver con la psicopatología. Como el oficial que Kafka retrata “En la colonia penitenciaria” ha decidido “sacrificar” su vida en aras de decir-se/nos, “es justo”, y todos le vemos como objeto sacrificial del Estado, pero no como un loco, Anders ha decidido ser el narciso protagonista de una obra sin espectadores, aunque haya sido aupado sobre 80 cadáveres. Pero no un loco, sí un malvado.

jueves, 21 de julio de 2011

LA MANCHA

Camps será ministro del Reino de España si el veredicto del jurado que le juzgue el próximo otoño no le declara culpable, y el PP logra la mayoría suficiente como para enterrar el “efecto Rubalcaba”. Saldrá del tribunal incensado por su “rasgo” de dimitir a pesar de proclamarse inocente. Su calvario simbólico le servirá de alfombra hacia un ministerio. Nadie se acordará de que para hacer este camino, lo alfombró con la mentira, la mentira de no conocer al Bigotes en primera instancia, a ser su amigo del alma según fueron surgiendo filtraciones y grabaciones telefónicas. Pero a pesar de ello, llegará al ministerio, si Rajoy gana las elecciones. La mentira, que debía ser el mayor pecado de un político en una democracia, vende ya desde hace años como una vanalidad que no mancha, no corrompe, no provoca rechazo. Especialmente en el mundo mediterráneo, pero tampoco las democracias anglosajonas están para dar ejemplo. Recordemos aquel papelón del apreciado Clinton, negando que una fellatio constituya un acto sexual, después de haber mantenido que no hubo relaciones sexuales con la becaria. Del Watergate a la levedad de Bill, las sociedades occidentales han hecho del relativismo ético un valor. Las mentiras de Rodríguez Zapatero respecto a la negociación de la “paz”, han sido incluso conocidas a través de su testimonio, pero no pasará a la historia por ellas, sino por habernos llevado a un desastre económico sin paliativos.

El caso Camps, en cuanto a su déficit ético es paralelo al del vandálico senador Curbelo, flor de un día en la atención mediática tras su dimisión como Senador del Reino. Su falta de educación le obliga a dimitir como Senador, como pero puede permanecer como Presidente del Cabildo de la Gomera. Lo que es malo para la soberanía nacional, parece ser correcto para los gomeros. Curiosa teoría del departamento estanco, que le permite seguir silbando a costa del presupuesto, mientras no es digno de soltar sus trinos en la Plaza de la Marina Española, demostración palpable de cual es el servicio que el Senado presta.

Camps – Curbelo, haz y envés de una moneda cada vez mas falsa de una democracia, que se deteriora como aquellas acuñaciones del vellón de nuestro Siglo de Oro, que determinaron la corrupción moral generalizada, causa fundamental de la quiebra de un modelo capaz de llegar al confín del mundo, y en que menos de cien años se convirtió en el "hombre enfermo" de la Europa de entonces. Necesitamos un Quevedo y nos tenemos que contentar con “El Jueves”.

miércoles, 20 de julio de 2011

MENTECATOS A MANSALVA

En este momento de incertidumbre, de escasez de casi todo menos de ansiedad y desesperanza, nos sobran mentecatos. De mayor a menor, a vuelapluma, de memoria.

El primero Chaves, D. Manuel, “Manolo” ahora que toca el tuteo, Vicepresidente de la cosa etérea de la que es, portavoz del grado de estulticia a que ha llegado este Gobierno, riéndose de las quejas de los populares sobre los bolsillos vacíos, rotos y mentirosos que ha dejado el socialista Barreda en la pomposa y fraudulenta autonomía de los sueños quijotescos, en este caso bien engrasados con dinero público para los amigos, colegas y emprendedores – de los “nuestros” claro - con la pólvora del rey. Doctrina política del Vicepresidente dicho a la pata la llana: “el que venga que arree, y si se le ha engañado que no se queje, que él podrá hacer lo mismo”. Doctrina política de pedigree democrático intachable, siguiendo los criterios chavistas tan bien aplicados incluso con la totalidad de su familia, en un afán de hacer de Tirano Banderas el héroe autonómico de nuestra época. El mentecato Barreda, aquellas impagables declaraciones grouchianas sobre el crecimiento de la deuda en 1000 millones en el lapso de dos meses, pasa por ser un ejemplo ético al lado del Vicepresidente tan amante de la – su - familia, como del regüeldo doctrinario. Y cuando nadie, desde el Gobierno o su partido, sale y le dice “Manolo, te has pasaoo...” hay que decir que la doctrina es la de la totalidad de ambos colectivos, lo cual quiere decir que estamos perdidos, cuando el principal partido de “este país” es incapaz de hacer el mínimo de corrección de una doctrina como la expuesta por Chaves, difundida a los cuatro vientos. Leo que los telediarios han perdido mas de dos millones de seguidores en los últimos meses. Y que los telediarios siguen siendo la principal forma de información de los ciudadanos. Lo cual habla por una parte de la salud mental de algunos de nuestros ciudadanos, y por otra me sigue reafirmando en el temor de estamos perdidos.

La lista de mentecatos es interminable en estos tiempos de aflicción, sobre todo en el entramado nacionalista. La Sra. de Pujol, Dña. Marta Ferrusola, con su xenofobia rampante, dispuesta a resucitar la raza catalana de los orates del XIX, a través de Messi, Pedrito, Villa, Iniesta, Alves, Abidyan, etc... A su querido hijo, D. Oriol Pujol, cada día más a la altura –intelectual - de su padre, al que reta cada vez que ve una alcachofa a ver quien la dice mas gorda, en un claro Edipo revertido. Seguimos por Homs, ministrín de la Generalidad cada vez mas laportiano. ¡Qué decir de Urkullu! Empeñado en vivir de la cocina de Arzak, Aduritz y demás cuando se quite de encima al resto de la odiada España. Podemos seguir por ese alto cargo de la Chunta, siento no recordar si un Bizén o un Francho, capaz de hablar al mismo tiempo de “Francia y el Estado Español”. ¡Dios mío! Qué esfuerzo mental tener ser tan políticamente correcto en lo suyo para forzar el idioma en el reconocimiento de una entidad nacional, Francia, y una discutible, España. Y sobre todo que falta de cultura en todos ellos

domingo, 17 de julio de 2011

UN EUROPEO

Muere Otto de Habsburgo,por encima de todo, europeo. Hijo de la gran tradición de la Mitteleuropa, su biografía exigiría la pluma de un Stefan Zweig, la novela de su vida la de un Joseph Roth. Me declaro hijo espiritual de ambos, judíos insobornables en sus posturas éticas y políticas ante la atormentada situación que les toco vivir. Otto de Habsburgo ha sido la demostración de que el pesimismo de ambos podía superarse a base de fe en la democracia y en la fraternidad. Tal vez, haber creído en Otto de Habsburgo, les hubiera salvado del suicidio.
Pero hoy, con una Europa desgarrada por la estulticia de sus líderes, que solo lo son de su propio sectario provinciano, la esperanza vuelve a sufrir un revés. La pobreza de miras de unos, el intolerable barroquismo de otros, la nada de algunos, hacen que Europa no deje de mirarse al ombligo mientras la decadencia avanza imparable, como la que heredó el padre de Otto de Habsburgo y que le imposibilitó impedir la ruptura de aquella Mitteleuropa con el resultado del fascismo, del estalinismo y de casi cincuenta años de desunión y confrontación forzada. Hoy, con todas las cartas a nuestro favor, nos vemos arrastrados por una pobreza de miras, que hace del enfrentamiento norte-sur la bandera de la desunión, de la bronca, de la recreación de los esterotipos, con al consecuente pérdida de capacidad de decisión en un mundo que no espera ni un segundo a quienes deciden perder el tiempo discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Aunque éste, se exprese en euros.
Necesitamos europeos como Otto de Habsburgo, y se nos da a Merkel, Sarkosy, Berluscconi, Rodríguez Zapatero, Cameron.... ¿ Y las alternativas?.
Confiemos en que Otto de Habsburgo, enterrado con al pompa de un emperador austríaco, no sea el "último europeo"

sábado, 9 de julio de 2011

LA DEMAGOGIA TIENE LAS PATAS CORTAS

Recordaremos aquella frase del todavía Presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón. Marcelino Iglesias, respecto a que era la falta de sintonía entre Aznar y el Gabinete francés a causa de la 2ª Guerra de Irak , la que impedía la puesta en marcha del eje ferroviario del Pirineo, ofertando que un gabinete socialista rompería los Pirineos en un pis pas, convirtiendo a ZP en un Moisés subterráneo, pero igualmente eficaz en la conducción de su pueblo a la próspera Europa. Recuerden aquello del "corazón de Europa", y el papel de "pigs" de lujo que nos toca vivir en ese límite de los 300 puntos de diferencia con el bono alemán.El mapa ferroviario que traza la Europa que manda, ha dejado a Aragón sin mas proyecto para toda una generación, que seguir pasando por el aseado túnel de Somport y por el mal parido de Bielsa, amén del Portalet, un buen camino decimonónico. D. Marcelino no ha pedido perdón por su presunción y por su osadía rebozada en demagogia.Ni mú, no vaya a ser que alguien le recuerde sus palabras pasadas.Y el partido aplaudiendo unas veces, y callando otras, según convenga. Eso debe ser la regenración que anuncian.
Me parece que poco mas o menos es lo que le sucede al candidato ¿Alfredo?, ¿P. punto?, ¿Rubalcaba?, tan en busca de programa como de identidad personal. Ahora que mandan solo en tres o cuatro Diputaciones Provinciales, llega el tiempo de acabar con ellas. Recuerdo que de 34 años de democracia, llevan la friolera de 23 años en el poder, y en todos ellos Rubalcaba ha tenido un papel estelar.Se ha aprovechado durante 23 años de una Ley Electoral injusta, y es ahora cuando se acuerda de su necesario cambio. Flagrante la aprobación hace 34 días, ¡34!de las bonificaciones fiscales a los directivos de la banca, con las andanadas diarias que en la última semana dedican, Alfredo y su clon verbal, Pepiño, a quienes hasta hace semanas sentaban en su mesa y servían con unción. Necesitan más que a los indignados, a los votantes de IU que les han dejado en la estacada. Y la demagogia será una muleta que les lleve hasta el mismo día de las elecciones.Me temo que ETA le servirá como otra muleta, sobre todo si no nos enteramos de la letra pequeña.
La demagogía tiene las piernas cortas, pero es tan dañina que se olvida de la esencia de la democracia: "del, por, para el pueblo", para convertirse en un afán personalista en el que el error a base de no enmedarse, se convierte en falacia. Hablo del eje central del Pirineo, pero también de la corrupción felipista, de los GAL, del fracaso educativo, de la negación de la crisis...

viernes, 8 de julio de 2011

DIARIO VIAJERO.FRIGILIANA

Frigiliana es un prodigio. Encaramado en la sierra que asciende de la imposible Nerja, ofrece un balcón encalado asomado al mar. Ya es bello el balcón, pero esconde en su interior la caja de sorpresas de su intrincado casco antiguo, cuidado con el primor que solo nace del amor por lo propio. Esa belleza del detalle, del cariño por lo pequeño, por lo íntimo, que logra hacer del espacio exterior una continuidad del patio de la casa. No hay grandes edificios, ni iglesias, ni castillos, ni palacios, sólo humildes casas encaladas, escalinatas prodigiosas, y flores, flores por todas partes, cuajadas en la insultante luz y en el silencio atronador de las callejas.

Friligiana tiene una historia dura, tan arriscada como los barrancos que la rodean. Fue uno de los puntos fuertes, y también finales de la rebelión de los moriscos que se produjo en el reinado de Felipe II, y en la que tuvieron tan lucida actuación D. Juán de Austria y D. Luis de Requesens, que les serviría después en los mas amables, pero no menos terribles Países Bajos. Frigiliana ha decidido contar esa historia. Como sucede últimamente desde un punto de vista sesgado, el de los vencidos en este caso. Desde el inicio de la Calle Real, y en un recorrido arrebatador de callejas, escalerillas y callejones, se va contando la historia de la rebelión de los moriscos y su final en unas preciosas cerámicas que remedan los cordeles de ciego. El contexto del Siglo XVI, con el “turco” amenazando Europa en la doble pinza terrestre contra Austria, marítimo contra Italia y España, inexistente en la historia contada. El “turco” del Siglo XVI hace empalidecer a los Bin Laden de hoy día, una broma tonta al lado de aquello. La tozudez de los Hausburgo de Austria, con la resistencia de los Hausburgo de España, lograron que los turcos desistieran durante casi un siglo de seguir intentando la conquista de Europa, con el último espasmo del segundo sitio de Viena, al que debemos el café y los croissants. Y en ese contexto, del turco avasallador asolo dos años de Lepanto, hay que poner la Guerra de los Moriscos, y las medidas que se tomaron contra ellos, como aliados fehacientes en muchos casos, previsibles en otros, de un enemigo que no era precisamente un tigre de papel. El Siglo XVI asistió a migraciones involuntarias de católicos en tierras protestantes; de protestantes en tierra de católicos; de calvinistas en tierras de luteranos; de luteranos en tierras de calvinistas. No fue preciso llegar a la Guerra de los Treinta Años, ni a la revocación de Edicto de Nantes por Luis XIV, pasa asistir a migraciones que no volvió a ver Europa hasta el siglo XX. ¿Injusticia contra los moriscos?. Indudable con nuestro criterio, que no puede ser el de un hombre del Siglo XVI, con las costa jalonada de torres de vigía para impedir en la medida de lo posible las razzias de los piratas berberiscos. Y teniendo toda un quinta columna mayoritaria en la práctica totalidad de lo que fue el reíno nazarí. Todo esto no existe para el “historiador” que hace seguir la apasionante historia de los moriscos de Frigiliana, y su heroica defensa de una fortaleza que costó mucho conquistar. El heroísmo no está reñido con la verdad histórica, y ésta solo puede ser fruto del contexto. Qué le pregunten a Cervantes.

Frigiliana es un prodigio. No puede obviarse en cualquier visita a esa zona. La tontería de las "tres culturas" abunda entre los munícipes de uno y otro signo, empeñado en reescribir la Historia a la imagen y semejanza que exige lo políticamante correcto, en tantos casos señal de estulticia negociante.Termino mi recorrido por Frigiliana. En el bellísimo "Callejón del Salvador", encuentro el nombre de un Vinuesa, provincia de Soria, seguro repoblador de aquellas tierras despues de haber esclavizado y exilado a los moriscos que se rebelaron contra el rey. Seguro que la totalidad de los "aguanosos" de hoy en día, descienden de aquellos cristianos viejos que vinieron a repoblar aquellas tierras vacíadas tras la rebelión.Pero la propaganda municipal sigue empeñada en recuperar en ellos las tradiciones moriscas.Acabo comiendo en un restaurante, "Las tres culturas", asomado al luminoso balcón sobre el Mediterráneo. La dueña es alemana. El bar de al lado, está fregido por polacos, orgullosos de su bandera blanca y roja. Los nuevos aguanosos, embebidos por la belleza del lugar, parecen creerse el mito de las tres culturas. Bienvenidos.

DIARIO VIAJERO. CÓRDOBA

Qué rápidamente se ajan las banderas vencidas. Sólo cinco días después de la graciosa donación a S. Sebastián, Córdoba la gran derrotada, luce azul por todas partes, el color de la bandera europea, elegido como fondo para su candidatura a Capital Cultural europea de 2016. Pero es un azul polvoriento, marchito, exangüe, que habla de un sueño pretérito y ya olvidado. El cuello de los personajes de las estatuas lucen un pañuelo azul, desde el Gran Capitán de las Tendillas, hasta el Maimónides de la callada Plaza Tiberíades, una cohorte que forma una peña de vuelta de una feria fracasada, arrasada por un juego político que no deja lugar más que para la contestación callada de la gente y el espasmo de la clase política en los periódicos locales. Estoy a punto de creer en el senequismo como esencia de esta gente abrasada por el bochorno de este día. Los tópicos funcionan, y la quietud es el fondo insondable de esta Judería que recoge mis pasos, casi con vergüenza para que no se noten, para que no se oigan, para que no disturben el silencio.

sábado, 2 de julio de 2011

LA DOTE

¡Ay el inconsciente!. A Rodríguez -asesino simbólico del padre -, gracias a Zapatero, le hubiera gustado tener una niña como Bibiana. Aseada, monilla, con un desvergüenza verbal que se confunde con el gracejo que se supone a todas las andaluzas. Capaz de decir "miembra" sin que se le rebele el superYo de la sintaxis aprendida en la escuela nacional, ya liberada de las ridigeces franquistas. Y sin casarla, como se corresponde con un pedazo de laico como es nuestro Presidente del Gobierno, ha hecho algo tan antiguo, ya al Paleolítico se remonta, como es darle una dote a la niña. Bibiana se independiza y se nos va a NY, a leer a Lorca que es lo que hace todo progre que se respete, y más si sale de la clara Sierra de Cádiz para llegar al vientre del capitalismo. No solo con un sueldo lógico para sus altas responsabilidades,y el nivel de vida de NY, que tampoco la niña se va a ir a vivir al Bronx, sino también con la dote que la alegre España ha decidido darle a la ONU para cosas de miembras. ¡Ay el(del) inconsciente!. Y vean en la exclamación, su doble sentido.